domingo, 30 de noviembre de 2008

La doma de los jóvenes bravíos


Juan Gelman
31/1/2008

Hay una verdadera parafernalia para lograrlo en EE.UU. y el remedio es sencillo: consiste en criminalizar y más, en patologizar a los jóvenes norteamericanos rebeldes, disconformes con el autoritarismo y que lo retan. Se los considera trastornados mentales y carne de tranquilizantes, anfetaminas y otras sustancias psicotrópicas. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría bautizó el presunto padecer en 1980: porta el nombre de desorden de oposición desafiante (ODD, por sus siglas en inglés) y no se aplica a los delincuentes juveniles. Más bien a quienes no incurren en actividades ilegales, pero muestran “un comportamiento negativo, hostil y desafiante”. Los síntomas incluyen “desafiar o negarse activamente a cumplir las demandas y normas de los adultos” y “discutir a menudo con ellos”. Son definiciones oficiales de la Asociación.

El especialista en salud mental Bruce E. Levine indica que sus colegas estadounidenses no toman en cuenta que un medio opresivo suele originar esa clase de rebelión juvenil y la “curan” con drogas. Las grandes empresas farmacéuticas, muy agradecidas. Como señalara Fernando Savater, la tendencia a considerar “enfermos” a quienes se comportan de manera “excéntrica, vituperable o peligrosa… es una tradición bien documentada desde comienzos de nuestra época moderna y racionalista”. Existe en EE.UU., desde luego. John Adams, su segundo presidente y uno de los Padres Fundadores del país, promulgó en junio de 1798 cuatro leyes de eterna duración: a) el plazo para optar por la ciudadanía estadounidense se amplió de 5 a 14 años de residencia; b) el presidente puede deportar a los extranjeros “peligrosos” según su soberana voluntad; c) el presidente puede expulsar o encarcelar a extranjeros enemigos en tiempos de guerra; d) toda conspiración contra el gobierno, incluyendo los disturbios, es un delito mayor.

Otro Padre Fundador, el médico presbiteriano Benjamin Rush, diagnosticó en 1813 que la rebelión contra la autoridad federal centralizada es “un exceso de pasión por la libertad” y que “constituye una forma de insania”. En 1851, el Dr. Samuel Cartwright descubrió la “drapetomanía”, mal que, según él, provocaba en los esclavos el deseo de huir, y también lo que llamó dysaesthesia aethiopis, enfermedad que impedía que los esclavos prestaran la debida atención a las órdenes del amo. No había esclavitud, había enfermedades. Hoy sucede lo mismo.

El gobierno estadounidense necesita una juventud sumisa, dispuesta a sacrificar su vida en cualquier guerra que a la Casa Blanca se le antoje, y que no participe en pujas “subversivas” como los movimientos por la paz o en defensa de los derechos humanos. Drogas aparte, el Pentágono ha tomado medidas para evitar esos “peligros”, particularmente en las universidades, cuna del rechazo a la guerra de Vietnam. La ley de prevención de la radicalización violenta y del terrorismo en el país, aprobada por la Cámara de Representantes, está destinada precisamente a los campus. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha revelado que el Pentágono acumulaba, en 2006, 186 expedientes de “protestas antimilitares” –algunas calificadas de “amenazas probables”– de grupos universitarios.

Los cuerpos policiales de dos tercios de las universidades cuentan –según el Departamento de Justicia– con un arsenal que incluye desde balas de goma y proyectiles de pimienta hasta rifles y armas semiautomáticas, aunque suelen más bien utilizar paralizantes eléctricos, esos parientes de la picana eléctrica, para reprimir manifestaciones. La “guerra antiterrorista” impulsó a incrementar la vigilancia en los campus mediante incontables circuitos cerrados de televisión, que se decuplicaron desde el 11/9. La industria electrónica y otras, muy agradecidas. Por lo pronto, el Departamento de Educación y el FBI han confeccionado una base de datos que registra a los 14 millones de estudiantes que solicitaron cada año becas en el período 2001-2006. ¿La razón? Identificar a “gente de interés” por su posible vinculación con alguna “actividad terrorista”.

Los estudiantes extranjeros gozan de una vigilancia especial: el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) lleva registrado el nombre de más de 4,7 millones de ellos, aunque sólo uno de cada veinte indocumentados ingresa en la universidad. Algunos carecen de medios y otros tienen buenas razones para no hacerlo: no pocos fueron deportados antes de graduarse. Pero no todos los estudiantes son candidatos a demonio para el DHS: otorga becas a alumnos y profesores para “promover una cultura de la seguridad interior en la comunidad académica” y ha fundado seis centros de excelencia en la materia. Se trata de crear “un capital intelectual” contra el terrorismo. Más bien parece que el DHS se aplica a controlar estrictamente todo capital intelectual.

(Extraído de www.juangelman.com)

viernes, 28 de noviembre de 2008

¿Qué es COINTELPRO?


¿Qué era COINTELPRO?

COINTELPRO era el programa secreto del FBI para socavar los levantamientos populares que se extendieron por todo EEUU durante los 60. Aunque el nombre viene de "Programa de Contrainteligencia" (Counterintelligence Program) sus objetivos no eran espías enemigos. El FBI se erigió para eliminar a la oposición política radical dentro de los EEUU. Cuando las formas tradicionales de opresión fallaron en su intento de contrarrestar la creciente insurrección, e incluso ayudaban a alimentarla, el departamento tomo la justicia por su mano y secretamente usó el fraude y la fuerza para sabotear las actividades políticas protegidas por la Constitución. Sus métodos iban mucho más lejos de la mera vigilancia, y se convirtieron en una versión doméstica de la acción encubierta por la que la CIA es famosa por todo el mundo.

¿Cómo sabemos de él?

COINTELPRO fue descubierto en Marzo de 1971, cuando archivos secretos fueron sustraídos de una oficina del FBI y publicados en las noticias. Las peticiones basadas en la libertad de información, los múltiples pleitos y las confesiones públicas de agentes profundizaron el desenmascaramiento hasta el surgimiento del gran escándalo. Para controlar el daño y reestablecer la legitimidad del gobierno recién salido de Vietnam y el Watergate, el Congreso y las Cortes obligaron al FBI a revelar parte de lo que había hecho y a prometer que no volvería a suceder.

¿Cómo funcionaba?

EL FBI instruyó de forma secreta a un grupo de agentes para proponer un proyecto para "redirigir, desacreditar, desorganizar, romper o al menos neutralizar" a grupos e individuos específicos. Se fomentó una estrecha coordinación con la policía local y los fiscales. La autoridad final residía en altos cargos del FBI en Washington, que pedían la seguridad de que el departamento quedase con las manos limpias bajo cualquier circunstancia. Fueron aprobadas más de dos mil acciones individuales. Los documentos revelaban tres tipos de métodos:

1.- Infiltración: agentes e informadores no sólo espiaban a los activistas políticos. Su principal función era desacreditar y desorganizar; informar, crear confusión y enfrentar a los miembros de los grupos.
2- Otras formas de engaño: el FBI y la policía también llevaron a cabo una batalla psicológica desde el exterior a través de publicaciones ficticias, falsificación de la correspondencia, cartas, llamadas anónimas y similares.
3.- Acoso, intimidación y violencia: desahucios, perdidas de empleos, allanamientos, vandalismo, citaciones judiciales, arrestos falsos, trampas y violencia física eran llevados a cabo o usados como amenaza, en un esfuerzo por asustar a los activistas y hacer brecha en sus movimientos. Los agentes del gobiernos o bien negaban su implicación o fabricaban un pretexto legal. En el caso de los movimientos de los negros y de los nativo-americanos, estos asaltos, incluyendo abiertos asesinatos políticos eran tan extensos y viciosos que podríamos considerar que ascendían al título de terrorismo por parte del gobierno.

La actriz Jane Seberg fue una de las víctimas de COINTELPRO
(Haz click en la imagen)


¿Cuáles fueron los principales objetivos?

Las operaciones más intensas fueron dirigidas contra el movimiento negro, particularmente el Partido de las Panteras Negras. Este especial acoso fue resultado del racismo por parte del FBI y la policía, la falta de recursos materiales de la comunidad negra para defenderse y la tendencia de los medios y de la mayor parte de los blancos en general a ignorar o tolerar los ataques sobre los grupos negros. También reflejó el miedo del gobierno ante el movimiento negro, debido a su militancia, su extenso apoyo tanto dentro del país como internacionalmente y su histórico rol en la galvanización de los levantamientos de los 60. Estos objetivos no fueron sólo limitados a aquellos que usaban la violencia física o tomaban las armas. Martin Luther King, David Delliner, Phillip Berrigan y otros líderes pacifistas figuraban alto en la lista, así como los proyectos directamente protegidos por la Carta de Derechos, como los periódicos alternativos.
Los Panteras Negras fueron atacados mientras trabajaban en actividades relacionadas con el reparto gratuito de comida, la sanidad y el control de la comunidad sobre las escuelas y los abusos policiales. Fue el terrorismo por parte del FBI y la policía lo que con el tiempo provocó que las Panteras tomaran represalias mediante acciones armadas que más tarde fueron usadas como pretexto para justificar la represión ejercida sobre ellos.

¿Qué efecto tuvo?

Es difícil de medir en su totalidad el impacto que tuvo COINTELPRO ya que no conocemos la totalidad de lo que se llevó a cabo (especialmente contra objetivos tan centrales como Malcolm X, Martin Luther King o el SNCC) y no tenemos un análisis general aceptado de los 60. Aun así, queda claro que:

- COINTELPRO deformó la visión pública de los grupos radicales de manera que ayudaba a aislarlos y legitimaba la abierta represión política.
- Exacerbó la debilidad de estos grupos, haciendo muy difícil para los activistas sin experiencia de los 60 el aprender de sus errores para construir unas organizaciones sólidas y duraderas.
- Sus asaltos violentos y la manipulación encubierta con el tiempo ayudó a que algunos de los grupos más comprometidos y con mayor experiencia se retirasen de la organización de las bases y reemplazar las acciones armadas ("going underground"), lo que los aislaba y privaba el movimiento de gran parte de su liderazgo.
- COINTELPRO a menudo convencía a sus víctimas para auto-inculparse o para culparse unos a otros por los problemas que el mismo programa creaba, dejando un legado de cinismo y desunión que persiste hoy en día.
- Operando encubiertamente, el FBI y la policía podían debilitar la creciente oposición política sin dañar la convicción de la mayor parte de la población de EEUU que creen vivir en una democracia, con libertad de expresión y el reinado de la ley.

Hoy en día existen muchos indicios de que COINTELPRO continúa operando.

Texto en inglés completo aquí.
Traducción por Elisa Marvena (kei_sanz@hotmail.com)

Derrota de la ley contra el terrorismo doméstico

martes, 25 de noviembre de 2008

Alemania desmiente su vínculo con el atentado en Kosovo

Rafael Poch
Berlín
25/11/2008

Alemania estaba en contra de la guerra de Iraq, pero sus servicios secretos colaboraban con la CIA en Bagdad. También espiaban a periodistas y pagaron millones de euros a un turbio informante que facilitó datos sobre dinero negro en la banca de Liechtenstein. Ahora tres supuestos agentes han sido pillados en Pristina, la capital de Kosovo, como presuntos autores del atentado que sufrió el 14 de noviembre la sede de la Unión Europea. Parece que el BND, el Servicios Federal de Información, la rama exterior de los servicios secretos alemanes, no gana para chapuzas.

El atentado no fue gran cosa: 300 gramos de TNT en el patio de la sede europea, sin víctimas y con algunos cristales rotos. Los tres ciudadanos alemanes son, oficialmente, empleados de la empresa "Logistic Coordination Assesment Services", que, según fuentes de la agencia DPA, es una tapadera del BND. Los tres fueron detenidos cinco días después, uno de ellos fotografiando los daños del atentado, y han sido encarcelados por treinta días en Pristina en calidad de sospechosos de atentado terrorista. En Berlín, ni el BND ni el gobierno han querido comentar el episodio. "La idea de que el gobierno alemán pudiera estar implicado en atentados terroristas es absurda", dijo ayer el portavoz Thomas Steg. A través del diario Bild, el BND atribuye oficiosamente el asunto a "extremistas" opuestos a la presencia extranjera, pero, según el Süddeutsche Zeitung, la policía de Kosovo seguía a los tres desde hacía tiempo y dispone hasta de videos en los que se les ve arrojando el artefacto. En el Bundestag ya se pide una reunión de la comisión parlamentaria de control.

El contexto de este episodio es revelador. Tras las bombas de la OTAN, en Belgrado hay por fin un gobierno con el que la UE se puede entender. Los serbios apoyan un plan de despliegue de un contingente de 2000 policías y agentes judiciales de la UE (EULEX), que los albaneses rechazan. El atentado tuvo lugar cuatro días después del rechazo albanés. El atentado podría haber sido una chapuza para presionar el sí de los albaneses al plan europeo. Aun más interesante sería saber quien puso a la policía kosovar tras la pista de los presuntos "James Bond" alemanes.

(Extraído de www.lavanguardia.es)

Los alemanes detenidos en Kosovo son agentes del BND, según "Der Spiegel"

Artículo original en "Der Spiegel" (en inglés)

¿Eran soldados-espías?

domingo, 23 de noviembre de 2008

Señales inquietantes


¿La presidencia de Obama empezará con una guerra nueva?

PeaceReporter
19-11-2008

No se expresan en cuartetos como Nostradamus. No leen el futuro en bolas de cristal ni en vísceras de ave. Pero la seguridad de lenguaje con el que vaticinan gravísimos acontecimientos que ensombrecerán el principio de la era Obama es el propio de los videntes. Una seguridad inquietante, ya que estamos hablando de un ex secretario de estado, de un vicepresidente in pectore y de un presidente saliente. Ahora que las cámaras se han apagado con el triunfo electoral de Obama todo el mundo espera su instalación en la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Vuelven a la mente declaraciones hechas por importantes políticos EE.UU que proyectan una sombra alarmante sobre el arranque del histórico mandato presidencial.

Colin Powell

El pasado 19 de octubre, el ex Jefe de Estado Mayor y Ministro de Asuntos Exteriores, Colin Powell, invitado al programa televisivo 'Meet The Press', anunciaba su apoyo a Obama y, hablando de problemas que tendría que afrontar en caso de ser elegido, declaraba lo siguiente: "Habrá una crisis hacia el 21-22 de enero (justo después de la investidura de Obama) de la cual aún no sabemos nada”. ¿Qué tipo de crisis? No lo explica. El presentador no se percata y la entrevista continúa normalmente.



Joe Biden

El día siguiente, 20 de octubre, el candidato a la vicepresidencia demócrata, Joe Biden, hablando en un mitin para la recogida de fondos en Seattle, profetizaba con menor precisión temporal pero con mayor exactitud: “Grabad bien mis palabras: en seis meses el mundo pondrá a prueba a Obama como hicieron con Kennedy. Acordaos de lo que os digo: tendremos una crisis internacional, una crisis provocada para poner a prueba de qué pasta está hecho el muchacho (Obama). Y él tendrá que hacer algo muy duro. Os garantizo que pasará”. ¿Qué? Esta vez está claro: una guerra. “Tendrá que decidir sin vacilar para no repetir los errores cometidos en Somalia, en Bosnia, en Iraq. Tendrá que tomar duras decisiones. Los problemas podrán venir de Oriente Medio (Irán), del subcontinente (Pakistán) o quizás de la renaciente Rusia”.



George W. Bush

Una nueva intervención militar de EE.UU, por tanto, mucho más dura que todas las que hemos visto hasta ahora, ¿pero desencadenada por qué razón? La respuesta podría estar en las palabras pronunciadas por el presidente saliente George W. Bush, quien cuatro días después de la elección de Obama, el 8 de noviembre, dijo en un mensaje radiofónico trasmitido a toda la nación: “Esta será para América la primera transición presidencial en tiempos de guerra de los últimos 40 años. Estamos luchando contra violentos extremistas decididos a atacarnos y que no desean otra cosa que aprovechar el periodo de cambio para golpear al pueblo americano”. Resumiendo, un nuevo 11 de septiembre.

¿Adivinos en traje de chaqueta? ¿Pájaros del mal augurio? O- la hipótesis más angustiosa de todas- ¿personas con acceso a información clasificada?

La respuesta llegará en pocas semanas.

(Extraído de www.rebelion.org)

jueves, 20 de noviembre de 2008

Acusan a Cheney y Gonzales por presunto abuso a prisioneros


Dallas, 18 Nov (Notimex).- Un gran jurado del condado de Willacy, en el extremo sureste de Texas, emitió hoy una acusación contra el vicepresidente estadounidense Dick Cheney y el ex procurador general Alberto Gonzales por presunto abuso a prisioneros.

La acusación responsabiliza a Cheney, a Gonzales y a otros funcionarios federales y estatales de haberse enrolado en una actividad criminal organizada, que cometió abusos en los centros de detención federal de ese condado.

El gran jurado emitió la acusación luego que el procurador del condado de Willacy, Juan Ángel Guerra, lo convocara para evaluar las evidencias que tenia contra los funcionarios.

La acusación critica las inversiones de Cheney en la firma Vanguard Group, que mantiene intereses en compañías privadas operadoras de cárceles federales.

La imputación acusa a Cheney de conflicto de intereses y "de al menos, asaltos ofensivos" a reos que realizan labores para las compañías de prisiones.

El ex procurador Gonzales está acusado de utilizar su cargo, cuando estaba en funciones, para frenar una investigación de abuso en los centros de detención federal.

La acusación también nombra como responsables a la juez estatal Janet Leal, a la también juez estatal Migdalia López y al senador estatal Eddie Lucio Jr.

Además aparecen acusados, la compañía de manejo de prisiones, GEO Group (conocida antes como Wackenhut Corporation) y a los ex procuradores federales Mervyn Mosbacher, Gus Garza y Gilberto Lozano.

Todos ellos enfrentan una serie de cargos que incluyen abuso de poder público y obtención de utilidades al ejercer un cargo público.

(Extraído de www.munhispano.com)

lunes, 17 de noviembre de 2008

¿Quién estaba detrás del atentado de Bali de octubre de 2002?

Un informe de noviembre de 2002 procedente de un muy alto cargo indonesio señalaba la participación tanto del director de la inteligencia indonesia como de la CIA

Michel Chossudovsky
Global Research
17-11-2008

* Tres militantes islámicos fueron ejecutados el 9 de noviembre por su supuesta participación en el atentado de Bali en 2002 en el que murieron 202 personas.

* La versión oficial es que el atentado fue financiado por al-Qaeda y ejecutado por miembros de una organización islámica, la Jemaah Islamiyah (JI).

* La mayoría de las personas muertas en el atentado eran occidentales, la mayoría de ellos turistas australianos.

Pruebas ocultas

Hay indicios de que los procedimientos judiciales fueron manipulados y de que se ocultaron pruebas. Tanto los medios de comunicación occidentales como los indonesios han estado implicados en el encubrimiento.

Como es sabido y está documentado, tanto los servicios de inteligencia paquistaníes como los estadounidenses han apoyado a al-Qaeda. La JI ha recibido ayuda encuberta y adiestramiento de [los servicios de inteligencia] ISI de Pakistán. La Jemaah Islamiah también está relacionada con los servicios de inteligencia militar de Indonesia que, a su vez, están relacionados con la CIA y con los servicios de inteligencia australianos.

"Las explicaciones de los medios de comunicación que describen a la Jemaah Islamiyah como el resultado de un inexplicable complot maquiavélico son simplemente absurdas. Sin las operaciones sucias de la CIA en Afganistán no hubieran llegado a existir ni Jemaah Islamiyah ni al-Qaeda. La guerra contra los soviéticos proporcionó el dinero y el adiestramiento, y también forjó la amplia red internacional de contactos que iba a caracterizar la futuro manera de actuar de estas organizaciones. También proporcionó participantes con unas sólidas nuevas credenciales. A su vuelta al sudeste de Asia, los 'combatientes de la libertad' de Washington fueron tratados como héroes en los círculos islámicos. En Indonesia formaron incluso su propia organización de veteranos, Group 272 (la cifra indica la cantidad de ex-combatientes)" (Peter Symonds, The Political Origins of Jemaah Islamiyah Behind the Bali Bombings, Global Research, noviembre de 2003).

¿Implicación de los servicios de inteligencia indonesios y de la CIA?

Un contradictorio informe de noviembre de 2002 procedente de un muy alto cargo indonesio señalaba la participación tanto del director de la inteligencia indonesia como de la CIA:

"La agencia y su director, el general A. M. Hendropriyono, son bien considerados por Estados Unidos y por otros gobiernos. Pero todavía hay aquí altos cargos de la inteligencia que creen que la CIA estaba detrás del atentado" (Raymond Bonner y Jane Perlez, “More Attacks on Westerners Are Expected in Indonesia”, New York Times, 25 de noviembre de 2002).

Las relaciones entre la JI y la Agencia de Inteligencia Indonesia (BIN) son reconocidas tácitamente por el think tank estadounidense International Crisis Group (ICG): "hay que estudiar con más detalle esta relación [entre la JI y la BIN]: esto no significa necesariamente que la inteligencia militar estaba trabajando con la JI, pero plantea la cuestión de cuánto conocía o de que podía saber de la JI más de lo que admite" (International Crisis Group, http://www.crisisweb.org/, 2003).

La ex-presidenta Megawati Sukarnoputr acusó a Estados Unidos

En respuesta a estas acusaciones la administración Bush exigió que la presidenta Megawati Sukarnoputri negara públicamente la implicación de Estados Unidos en el atentado. No hubo desmentido oficial. La presidenta Megawati no sólo no dijo nada al respecto sino que acusó a Estados Unidos de ser :

"una superpotencia que obliga al resto del mundo a estar de acuerdo con ella ... Vemos cómo la ambición de conquistar otras naciones ha llevado a una situación en la que no existe la paz a menos que todo el mundo acate la voluntad de quien tiene el poder y la fuerza" (Ibid).

Encubrimiento

En la investigación oficial del gobierno indonesio nunca se planteó la relación de la JI con la agencia de inteligencia indonesia ( la inteligencia australiana y la CIA dirigió entre bastidores la investigación).

Además, poco después del atentado el primer ministro australiano John Howard "admitió que se había advertido a las autoridades australianas de un posible atentado en Bali, pero decidieron no hacer público un aviso" (Christchurch Press, 22 de noviembre 2002. La CIA había recibido advertencias similares).

Y también, tras los atentados el gobierno australiano decidió trabajar con las fuerzas especiales de Indonesia, el Kopassus, en la llamada "guerra contra el terrorismo".

Ex-presidente Abdurrahman Wahid: Implicación de la policía y de las fuerzas armadas

Casualmente, las declaraciones de dos ex-presidentes fueron desestimadas en el procedimiento judicial. Ambas señalaban la complicidad del ejército y de la policía indonesias.

En 2002 la presidenta Megawati Sukarnoputri acusó a Estados Unidos de estar implicado en el atentado. Y en 2005, en una entrevista hecha en octubre por el canal de televisión australiano SBS TV, el presidentet Wahid Abdurrahman afirmó que el ejército y la policía indonesios fueron cómplices del atentado de 2002 en Bali.

(La transcripción del programa de SBS TV que contiene la entrevista el presidente Wahid se publicó en la página web de Global Research poco después de que SBS TV retirara esa transcripción de sus propios archivos).

ABDURRAHMAN WAHID ... Las órdenes para hacer esto, o que vinieron de nuestra fuerzas armadas, no de los fundamentalistas"

PERIODISTA: Pero se acusó también de la bomba [de la segunda] a la Jemaah Islamiah.

ABDURRAHMAN WAHID: Sí, lo sé, pero usted no tiene ninguna prueba. La prueba es que la bomba es similar a las de la policía. Así que es un problema para nosotros. Hasta ahora cada una de las bombas de allí pertenece al gobierno.

ABDURRAHMAN WAHID: Amrozi estaba implicado en el ataque menor. Esto siempre es un problema. Aunque estoy de acuerdo con que debería recibir un duro castigo, esto no significa que esté implicado. No, no, no.

PERIODISTA: ¿Así que usted cree que quienes hicieron el atentado de Bali no tenían ni idea de que había una segunda bomba?

ABDURRAHMAN WAHID: Sí, exactamente.

PERIODISTA: ¿Y quién sugiere usted que puso la segunda bomba?

ABDURRAHMAN WAHID: Bueno, parece que la policía.

PERIODISTA: ¿La policía?

ABDURRAHMAN WAHID: O las fuerzas armadas, no lo sé.

Australia: "Útil oleada de indignación"

El atentado de Bali en 2002 contribuyó a cambiar la opinión pública australiana a favor de la invasión de Iraq por parte de Estados Unidos en 2003 al tiempo que debilitaba al movimiento de protesta contra la guerra. Tras el atentado de Bali en 2002 el gobierno australiano se unió "oficialmente" a la "guerra contra el terrorismo" dirigida por Estados Unidos. No sólo utilizó el atentado de Bali como un pretexto para integrarse plenamente en el eje Estado Unidos-Reino Unido, sino que también lo usó como pretexto para implementar drásticas medidas policiales, incluyendo el "perfil étnico" dirigido contra sus propios ciudadanos:

“El primer ministro John Howard hizo recientemente unas extraordinarias declaraciones afirmando que está preparado para emprender ataques militares preventivos contra terrorista en los países asiáticos vecinos que planeen atacar a Australia. Las agencias de inteligencia australianas también están muy preocupadas de la posibilidad de una ataque con armas nucleares de al-Qaeda" (Insight on the News, 3 de febrero de 2003).

Según Peter Symonds en su artículo revisado de 2003 sobre la JI, el papel del ejército indonesio sigue sin respuesta.

"Simplemente no es verosímil que el vasto aparato de seguridad e inteligencia indonesio no supiera nada de la enorme operación logística que implicaba el atentado de Bali. Sin embargo, no se ha llevado a cabo ninguna investigación sobre qué información precisa tenían los militares antes del atentado. Rápidamente se ha omitido cualquier indicio que llevara a sospechar del TNI [ejército indonesio]—incluyendo la detención oficiales militares" (Symonds, op cit)

(Extraído de www.lahaine.org)

viernes, 14 de noviembre de 2008

Carta abierta al ex presidente de EEUU el Día de los Veteranos

11 de noviembre de 2008

George Bush

1600 Pennsylvania Ave

Washington, DC

Estimado George:

Le escribo el quinto Día de los Veteranos en que lloro la pérdida de mi hijo Casey Sheehan. Casey era soldado del Ejército. Usted mató al mayor de mis hijos con sus mentiras y la ambición de un Imperio. Casey no llegó a ser veterano porque regresó a casa en uno de esos féretros cubiertos con la latosa bandera por los que nunca tendrá que preocuparse su señora madre.


Durante esa otra guerra ilegal e inmoral que usted y su Vicepresidente, Dick, tan hábilmente esquivaron, su madre nunca tuvo que preocuparse por su seguridad. ¿No es cierto? Usted estaba muy ocupado consumiendo drogas y ausentándose sin permiso para preocuparla con eso. Lo que más me rabia me da cuando pienso en la innecesaria y prematura muerte de mi valiente y honorable hijo, es que usted era un cobarde despreciable cuando tenía su edad y aún así tuvo el descaro de condenar con sus mentiras a miles de nuestros hijos a la muerte o a vivir mutilados.

George, le he escrito otras cartas. Le exigí su renuncia y le prometí que haría lo imposible por impugnarlo. Recordará que incluso establecí un campamento de paz con miles de manifestantes fuera de su rancho Crawford y traté de entrar al Congreso para impugnarlo por criminal. Nunca contestó mis cartas ni tuvo la decencia de explicarme qué "Noble Causa" cobró la vida de mi hijo. Esta es la última carta que le escribo cuando aún infecta nuestra Oficina Oval, pero no será la última vez que recibe noticias mías.

George, podría "dormir sobre mis laureles" y dejarlo escabullirse dentro de su desesperación por tener que abandonar la Casa Blanca como el presidente más odiado en la historia de los Estados Unidos, pero eso no me basta: millones han muerto, otros están heridos, desplazados y sufrirán toda la vida a causa de sus actos. Usted es el más grande terrorista del mundo y este país captura, tortura y enjuicia a los terroristas. ¿No es así? ¿Acaso no lo dijo usted mismo? Usted ha convertido a los Estados Unidos en una nación de mafiosos imperialistas y sufrimos la ignominia de ser torturadores, usted no merece retirarse en paz ni con honores.

George, si Nancy Pelosi y sus demás cómplices del Congreso no le piden cuentas, yo lo haré. Este país tiene una memoria muy corta y hemos sido víctimas diarias de su arrogancia y estupidez y la mayor parte de los estadounidenses están creyéndose el cuento de las prometidas, preempaquetadas y anunciadas esperanzas, pero yo no puedo darme el lujo de enterrar su legado como si nada hubiera pasado y seguir adelante. El espacio que ocupaba en mi corazón la presencia de mi hijo ha quedado vacío por su culpa. Si usted piensa que podrá vivir tranquilamente en Dallas, Paraguay o cualquier otro lugar como Johnson, Nixon, McNamara o Kissinger, está equivocado.

George, este país olvidó con demasiada rapidez la abominable Guerra de Vietnam, horror del que no hemos sanado del todo porque nunca nos empeñamos en que los dirigentes estadounidenses pagasen por los crímenes de lesa humanidad que cometieron. Si la historia se repite, como suele hacerlo, usted quedará impune por sus crímenes, mas yo no permitiré que olvide los rostros de mi hijo y de sus compañeros ni el de los de los miles de afganos e iraquíes muertos. ¿Lo atormentan acaso en sus sueños las almas de los masacrados por su orgullo desmedido?

Lo haré aunque para ello tenga que erigir una valla cerca de su casa con las caras de las personas que asesinó. También trabajaré con mis contactos en la comunidad internacional para que se le acuse por sus crímenes de lesa humanidad. Haré lo que sea necesario, seré esa espina de la que no puede librarse como usted ha sido el causante de todo mi dolor. Muchos en el mundo ansían que se haga justiciad y de seguro me acompañarán en esta noble causa.

Esta nación ha olvidado los rostros de los más de 58.000 estadounidenses y millones de vietnamitas masacrados por la avaricia imperial, pero no olvidarán los de aquellos que usted ha sacrificado en su altar de engaños ni los de los que serán sacrificados en nombre de la Guerra contra el Terrorismo que continuará el Presidente Electo. Si Obama no declara de inmediato el fin de la Guerra contra el Terrorismo de los Estados Unidos, alguien tendrá que establecer un campamento en las afueras de su casa de descanso (que apuesto es más agradable que Crawford, Texas en agosto).

Hoy, Día de los Veteranos, le aseguro que si no detiene la sangrienta guerra en pro de riquezas y de la hegemonía de los Estados Unidos y hace justicia por sus crímenes de guerra y en contra de nuestra Constitución, morirán más Caseys y otros países que lamentablemente se interponen en la ruta de la conquista imperial serán diezmados.


Hoy, Día de los Veteranos, también quisiera enviar mi amor y apoyo a los veteranos de todas las guerras que deambulan por nuestras calles drogados porque no reciben ayuda de este gobierno hipócrita. Mi corazón está con las Madres de la Estrella de Oro que solo tienen una caja de medallas, una bandera doblada en triángulo, recuerdos de un(a) hijo(a) muerto(a) y lamentos por la vida que no pudieron disfrutar en su compañía. La maquinaria de guerra con la ayuda de nuestro gobierno devora personas, engrasada con dolor.

George, usted incumplió su juramento de "lealtad" y traicionó a los soldados que comandaba, sólo a causa de un fraude electoral, pero yo sí cumpliré la promesa que le he hecho.

Cindy Sheehan
Madre de Casey Austin Sheehan
Muerto en Combate en Sadr City, Bagdad el 4 de abril de 2004

(Extraído de www.rebelion.org)

La policía detiene a Cindy Sheehan en el capitolio

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Los ‘think-tanks’ de EEUU

Alberto Piris (General de Artillería en la Reserva)
La Estrella Digital
22-07-2008

Parecería natural que un prestigioso analista de política internacional, miembro del afamado CSIS (Center for Strategic and International Studies), con sede en Washington, estuviera en posesión de datos e información suficientes como para emitir juicios atinados sobre la política exterior de EEUU. (Un breve inciso: las entidades como el CSIS suelen ser llamadas en inglés think-tanks; esto es, literalmente: “depósitos de pensamiento”. La palabra tanks nada tiene que ver aquí con los carros de combate, aunque éstos sean a veces útiles instrumentos en la política internacional).


Con motivo de los planes recientemente anunciados por Barack Obama en relación con la implicación militar de EEUU en Iraq y en Afganistán, Samuel Brannen —el analista antes citado— ha manifestado ciertas opiniones que, en todo caso, no dejan de ser pintorescas. Según él, la mayoría del pueblo estadounidense sigue pensando que la guerra de Afganistán es una “guerra buena” en la que “merece la pena combatir”. No hay que ser muy malicioso para leer entre líneas y deducir que, por el contrario, la de Iraq no es tan buena y quizá no merezca tanto la pena. Pero esto son suposiciones en las que no es conveniente profundizar.

Sigue su argumentación exponiendo después que en Afganistán “está más claro quiénes son los malos, y la misión también está más clara”. Vamos, que es como en las viejas películas de indios y cowboys: los malos son los pieles rojas y hay que salvar a la chica. Nada parecido con esos otros filmes de complicada trama, donde los intereses enfrentados no son ni buenos ni malos sino que se mueven en la habitual gama de grises que constituye siempre el fondo de la conflictividad humana.

Lo interesante empieza cuando el analista pretende justificar su peculiar punto de vista: “Es aquí [en Afganistán] en donde se origina esa forma de terrorismo radical islámico. No en Oriente Próximo. Viene del conflicto afgano-soviético y del triunfo de los talibanes con la presencia de Al Qaeda”.

El cinismo de la frase es superlativo. Ahora va a resultar que el “conflicto afgano-soviético” fue algo que EEUU se limitó a observar desde la barrera, retorciéndose las manos de angustia y dudando a favor de cuál de las partes implicadas habría de poner su atribulado corazón. Cuando es más que sabido que fueron los múltiples recursos de EEUU los que alentaron la rebelión afgana contra el invasor soviético, creando y robusteciendo un Frankenstein, vestido de talibán, que pronto se volvería contra su patrocinador.

Si ésa es la información que desde un centro llamado “de estudios estratégicos e internacionales” se transmite a la población, no hay que asombrarse de que desde los grandes medios de comunicación se describa una situación y unos antecedentes históricos que nada tienen que ver con la realidad, cuando de Iraq o de Afganistán se trata.

De ese modo, es casi obligado coincidir con la opinión del director de otro centro igualmente acreditado, como es el Center on Politics & Foreign Relations, de la misma capital, para quien “la mayoría de los estadounidenses cree que ganamos la guerra de Afganistán en el 2001 y que eso es ya una cosa pasada”. Sin embargo, el 13 de julio se produjo uno de los más violentos ataques contra las fuerzas de la coalición ocupante, con la muerte de nueve soldados estadounidenses. Otros 28 habían muerto el mes anterior. Además, un informe militar considera que la violencia ha aumentado este año un 40% en la zona oriental del país.

Cuesta comprender cómo, en tal tesitura, la opinión pública considera a Afganistán un problema del pasado, ya en vías de solución, a no ser que sea sistemáticamente confundida por organismos y medios interesados en que así ocurra. Visto lo cual, el citado director llega a esta conclusión: “Como la opinión pública sigue creyendo que la guerra de Afganistán es algo del pasado, si las cosas allí se nos van de las manos y empezamos a tener un número creciente de bajas, cundirá la sorpresa y aparecerá un cierto rechazo”.

Para ese viaje no se necesitaban alforjas ni estrujar los cerebros pensantes de tan prestigiosos think-tanks. La Historia enseña que los pueblos engañados, al percibir el engaño, reaccionan a veces con ira. También es conocido el dicho de que “se puede engañar a todos durante poco tiempo, se puede engañar a algunos mucho tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”. Lo más sorprendente sería que esa misma opinión pública aceptara de buen talante la retirada de unas brigadas de Iraq —según propone Obama— y que éstas, en vez de volver a casa, entraran de nuevo en combate en el inestable teatro de operaciones afgano.

En fin; como me comentaba un viejo compañero de armas, la estrategia política y militar se basa en antiguas fórmulas que el paso del tiempo sólo ha revalidado: “amagar y no dar”; “quien da primero, da dos veces”, “ver sin ser visto”, “no te fíes ni de tu padre” (a la que habría que añadir “no creas ni lo que ves”, en esta época de imágenes digitales trucadas) y alguna otra del mismo tenor. Pero para eso no se necesitarían los think-tanks y algunos tendrían que buscarse otro trabajo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

El 11-S en Informativos Telecinco


Un arquitecto estadounidense presenta en Madrid su versión alternativa al 11-S

Informativos Telecinco
08.11.08

El 11-S conmocionó a la opinión pública de tal manera que son incontables las versiones y teorías sobre el atentado que se han multiplicado en Internet, documentales y otras vías. Una de ellas, la que sostiene que las torres fueron demolidas, la explicó en Madrid Richard Gage (conferencia organizada por investigar11s), fundador de Arquitectos e Ingenieros por la Verdad del 11-S. Una estructura de acero, explica, no puede derribarse a esa velocidad sin la desaparición de sus columnas.

Richard Gage representa a medio millar de arquitectos e ingenieros que exigen una nueva investigación sobre los atentados del 11 de Septiembre en los que las torres del World Trade Center de Nueva York cayeron ante los ojos de todo el mundo. Él mismo ha diseñado estructuras de acero de edificios durante más de veinte años e insiste en que hay un cúmulo de evidencias "irrefutables" que demuestran que las Torres Gemelas y el edificio número 7 de WTC fueron derribados en una demolición controlada.

La impresión de que los detalles de aquel día están "empezando a decaer" en la mente del público le ha llevado a iniciar una gira europea. Mediante conferencias busca concienciar a los ciudadanos de la importancia de esclarecer un hecho por el que "se han desmantelado las libertades civiles de los europeos y ha aumentado la vigilancia estatal".

Derribar la versión oficial

Según Gage, el colapso "repentino y espontáneo" de las torres es imposible sin una demolición controlada. Hay muchos testimonios, además, sostiene este arquitecto, que hablan de explosiones en la planta baja un segundo antes del inicio del colapso.

También hubo "una nube piroclástica masiva" y toneladas de metal fundido en los sótanos encontradas por los trabajadores de la demolición posterior. Incluso, se encontró la huella química del agente incendiario "Thermite", de alta tecnología incendiaria, dice, que aparecía en todas las muestras de los restos y polvo.


Lo más grave, por otro lado, es que muchos medios, según denuncia Gage, conocían el colapso antes de que se produjera. Como la BBC, que anunció el derribo de un edificio adyacente minutos antes de que tuviera lugar, ha señalado.

Sus pruebas

El ingeniero estructural del complejo WTC, advierte Gage, llama la atención sobre la piscina de magma que ardió durante semanas tras el atentado. Una evidencia que demuestra la existencia del agente incendiario 'Thermite', empleado para "fundir y cortar columnas y vigas de acero".

Por otro lado, en el mismo vídeo se ven "destellos y explosiones técnicas localizadas en puntos estructurales clave". De haber habido un colapso de la estructura como sostiene la versión oficial, concluye este arquitecto, los restos hubieran quedado "en una inmensa pila todavía de gran altura". Pero los restos de los tres edificios cupieron en sus propios sótanos.

La prueba definitiva es que las columnas aparecieron a 400 metros de distancia, según los datos de Gage, y fragmentos de huesos humanos aparecieron en los techos de los edificios colindantes al WTC.


Video de la noticia en Informativos Telecinco
(cadena generalista española)

sábado, 8 de noviembre de 2008

EE.UU. quiere atacar a cualquier país cuando le plazca


Robert Dreyfuss
ICH/The Nation
07/11/2008

Una nueva doctrina Bush paralela está emergiendo, en los últimos días del régimen que se acerca a si fin, y hay que estrangularla en la cuna. Como la doctrina Bush original (esa que Sarah Palin no pudo nombrar, que requería acción militar contra amenazas emergentes) ésta también deja de lado el derecho internacional al insistir en que EE.UU. tiene un derecho inherente a cruzar fronteras internacionales en “persecución intensa” de cualquiera que le disguste.

Ya la están aplicando a Pakistán, y esta semana el objetivo fue Siria. ¿Será Irán el próximo?

Tomemos primero a Pakistán. Aunque es un aliado nominal, Pakistán ha sido objeto de por lo menos diecinueve ataques aéreos por aviones sin tripulación controlados por la CIA, matando a numerosos paquistaníes y a algunos afganos en áreas tribales controladas por fuerzas talibanes. El New York Times enumeró, y ubicó, todos diecinueve ataques al otro lado de la frontera afgana, todos desde agosto. El Times señala que dentro del gobierno, el comando de Operaciones Especiales de EE.UU. y otros preconizadores presionan por un uso más agresivos de esas unidades, incluyendo esfuerzos por secuestrar e interrogar a presuntos líderes talibanes y de al-Qaeda. Aunque el presidente Bush firmó una orden en julio permitiendo que equipos de comandos de EE.UU. ingresen al propio Pakistán, con o sin permiso de Islamabad, semejantes ataques han tenido lugar sólo una vez, el 3 de septiembre.

La incursión de EE.UU. en Siria del 26 de octubre pisoteó del mismo modo la soberanía de ese país. Aunque el Pentágono desmintió inicialmente que el ataque haya involucrado helicópteros y la presencia de comandos en el terreno, es exactamente lo que sucedió. Según informaciones el ataque mató a Badran Turki Hishan al-Mazidih, un facilitador iraquí que contrabandeaba combatientes extranjeros a Iraq pasando por Siria. El Washington Post se mostró eufórico, y escribió en un editorial:

“Si la incursión del domingo, que tenía por objetivo a un alto agente de al-Qaeda, sirviera sólo para advertir al señor Assad de que EE.UU., tampoco, sigue dispuesto a respetar la soberanía de un régimen criminal, habrá valido la pena.”

¿Es realmente tan fácil? ¿Decir: Declaramos que su régimen es criminal, y por lo tanto lo atacaremos en todo momento que consideremos conveniente? En sus noticias sobre el ataque dentro de Siria, el Post sugiere, en una información de Ann Scott Tyson y Ellen Knickmeyer, que el ataque eleva la persecución intensa a través de la frontera al nivel de una doctrina:

“El argumento militar es que ‘sólo se puede reivindicar la soberanía si uno la impone,’ dijo Anthony Cordesman, analista militar en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. ‘Cuando uno trata con Estados que no mantienen su soberanía y que se convierten en un refugio de facto, la única manera que queda para encararlos es este tipo de operación,’ dijo.”

El Times amplía los posibles objetivos de Pakistán y Siria a Irán, al escribir (en un artículo de una página por Eric Schmitt y Thom Shanker):

“Funcionarios del gobierno se negaron a decir si la aplicación emergente de la autodefensa podría conducir a ataques contra campos dentro de Irán que han sido utilizados para entrenar ‘grupos especiales’ chiíes que han combatido a los militares estadounidenses y a las fuerzas de seguridad iraquíes.”

Ha sido, por cierto, una opción activa, especialmente desde el comienzo de la ‘oleada’ en enero de 2007, cuando el presidente Bush prometió atacar líneas de suministro iraníes en Iraq y otros responsables de EE.UU., incluyendo al vicepresidente Cheney, presionaron enérgicamente para que fueran atacadas instalaciones dentro de Iraq, sin importar las consecuencias.

El 24 de octubre, fui a escuchar a Mike Vickers, secretario adjunto de defensa para operaciones especiales y conflictos de baja intensidad, que habló en el Instituto de Política en Oriente Próximo de Washington (WINEP), un think tank pro-israelí en Washington. Habló con orgullo de la vasta y creciente presencia de esas fuerzas de comandos dentro de las fuerzas armadas de EE.UU., señalando que su presupuesta se ha duplicado bajo el gobierno de Bush y que, a fines de la década, habrá más de 60.000 soldados de EE.UU. en ese nebuloso esfuerzo. Algunos pasajes de las observaciones de Vickers:

“Si se considera el núcleo operativo de nuestras Fuerzas de Operaciones Especiales, y nos concentramos en los agentes en el terreno, hay unos 15.000 o algo así de estos últimos (da o toma, depende cómo los cuentes) varían de nuestras Fuerzas Especiales del Ejércitos o nuestros Boinas Verdes, nuestros Rangers, nuestros Seals, algunas unidades confidenciales que tenemos, y recientemente agregamos también un Comando de Operaciones Especiales del Cuerpo de Marines a este arsenal. Además de agregar el componente de Marines, cada uno de estos elementos ha estado aumentando su capacidad así como su potencial desde 2006 y lo hará hasta aproximadamente 2012 o 2013, en un tercio. Es el mayor crecimiento en la historia de la Fuerza de Operaciones Especiales. Para cuando hayamos terminado de hacerlo, habrá algunas cosas, algunas brechas que sin duda tendremos que arreglar, pero tendremos a los elementos en su lugar para lo que creemos es el componente de Operaciones Especiales en la guerra global contra el terrorismo.

“Pienso que durante esta década y en la siguiente, las Fuerzas de Operaciones Especiales, han sido y seguirán siendo un instrumento estratégico decisivo...

“Ha habido un aumento muy significativo – aproximadamente de un 40% o un 50% - en el ritmo operativo y desde luego más intenso en términos de la acción desde los ataques del 11-S. En cualquier día dado, nuestras Fuerzas de Operaciones Especiales están en unos sesenta países en todo el mundo. Pero más de un 80% o algo así está concentrado ahora mismo en el gran Oriente Próximo o en el área de responsabilidad del Comando Central de EE.UU. – el grueso de esas fuerzas, por supuesto, en Iraq y Afganistán.”

Nótese lo que dijo: operando en 60 países.

Claro está, la invasión misma de Iraq fue ilegal en 2003, y pasó por alto el derecho internacional. De modo que algunos podrán decir, que esas incursiones a través de la frontera son triviales. Pero no lo son. Es algo muy serio. Si se convierte en parte integral de la doctrina militar de EE.UU. que cualquier país pueda ser declarado “criminal” y por lo tanto que pierda su soberanía, ya no existe algo que pueda llamarse derecho internacional.


Cuando le preguntaron al respecto al Secretario de Defensa, Robert Gates, dijo, según el artículo del Post citado anteriormente:

“‘Haremos lo necesario para proteger a nuestros soldados’ dijo el Secretario de Defensa Robert M. Gates en testimonio ante el Senado el pasado mes, cuando le preguntaron por las operaciones a través de la frontera. Al ser interrogado Gates dijo que no era un experto en derecho internacional, pero que suponía que el Departamento de Estado había consultado esas leyes antes de que se autorizara a los militares de EE.UU. para realizar esos ataques.”

¿No es experto en derecho internacional? ¿Deja el asunto en manos del Departamento de Estado? ¿Y los asesores de Barack Obama dicen que este sujeto debe permanecer en el Pentágono bajo su gobierno?

(Extraído de www.rebelion.org)

jueves, 6 de noviembre de 2008

Una conspiración inmensa

Naomi Wolf
3/11/2008

¿Estamos en la Era de la Teoría de la Conspiración? Hay evidencias que sugieren que estamos viviendo una especie de era dorada de la especulación que cobra forma, habitualmente, en Internet y que se propaga de manera viral por todo el mundo. En el proceso, se extraen teorías de la conspiración que a veces llegan a inyectarse en el corazón mismo de la política.

Esto lo aprendí cuando di por casualidad, en mi búsqueda de nuevos proyectos, con historias on line que adoptan narrativas de manipulación. Existen algunos temas importantes. Uno frecuente en EEUU es que las elites globales están tramando –a través del Grupo Bilderberg y del Consejo de Relaciones Exteriores, entre otros establecer un “Gobierno del Mundo”. A veces, entran en juego detalles folclóricos: los Iluminados, los francmasones, los Rhodes Scholars o, como siempre, los judíos.
Los sellos de esta narrativa son familiares para cualquiera que haya estudiado la transmisión de ciertas clases de historias en tiempos de crisis. En términos literarios, esta teoría de la conspiración se asemeja estrechamente a Los protocolos de los mayores de Sión, al describir una elite global esotérica con un gran poder y objetivos perversos. Históricamente, tiende a existir el mismo conjunto de temas: un cambio transformador terrible y descontrolado liderado por cosmopolitas educados.
Los estudiosos de la Alemania de Weimar saben que las desarticulaciones y los traumas repentinos motivaron a muchos alemanes a volverse receptivos a teorías simplistas que parecían dar respuesta a su confusión y ofrecer un significado más amplio para su sufrimiento.

De la misma manera, el Movimiento de la Verdad del 11-S asegura que el ataque de Al Qaeda a las Torres Gemelas fue un “trabajo desde dentro”. En el mundo musulmán, existe una teoría generalizada de la conspiración según la cual los israelíes estaban detrás de esos atentados, y que todos los judíos que trabajaban en los edificios ese día se quedaron en su casa.
Por lo general, estas teorías salen a la superficie en lugares donde la gente no tiene un buen nivel de educación y falta una prensa independiente y rigurosa. La explosión actual de teorías de la conspiración se ha visto alimentada por las mismas condiciones que provocaron su aceptación en el pasado: un rápido cambio social y una profunda incertidumbre económica. Un “enemigo” claramente identificado con un “plan” inconfundible es psicológicamente más reconfortante que la evolución caótica de las normas sociales y las acciones –o anomalías de un capitalismo irrestricto. Y, si bien las teorías de la conspiración suelen ser claramente irracionales, las cuestiones que abordan son muchas veces saludables, aun si las respuestas, frecuentemente, no hay por dónde cogerlas o, simplemente, son erróneas.


Muchos ciudadanos creen, y con razón, que sus medios de comunicación no investigan ni documentan los abusos. Los diarios de la mayoría de los países avanzados están en crisis, y el gasto en investigación suele ser lo primero que se recorta. La concentración de la propiedad y el control de los medios alimenta aún más la desconfianza popular, lo que favorece un escenario para que la investigación ciudadana ocupe ese vacío.
De la misma manera, en una época en la que los cabilderos corporativos tienen mano libre a la hora de darle forma –si no redactar– las políticas públicas, mucha gente cree, nuevamente con razón, que sus funcionarios electos ya no los representan. De ahí su impulso por creer en fuerzas ocultas.

Finalmente, hasta la gente racional se ha vuelto más receptiva a ciertas teorías de la conspiración porque, en los últimos ocho años, en rigor de verdad, hemos visto algunas conspiraciones sofisticadas. La Administración Bush conspiró para llevar a cabo una guerra ilegal apelando, para ello, a la evidencia fabricada. ¿Ha de sorprender, entonces, que tanta gente intente encontrar sentido en una realidad política que en verdad se ha vuelto opaca? Cuando hasta los comisionados del 11-S renuncian a sus propias conclusiones (porque se basaban en evidencias obtenidas a través de la tortura), ¿sorprende acaso que muchos quieran una segunda investigación?

La tendencia de los medios tradicionales de evitar corroborar lo que en realidad es noticioso en las teorías de la conspiración en Internet refleja, en parte, un sesgo de clase. Estas teorías son consideradas vulgares, de manera que hasta las cuestiones válidas o los datos bien documentados desenterrados por investigadores ciudadanos tienden a ser considerados como radioactivos por los periodistas formales altamente educados.

El problema real de estas teorías frenéticas de la conspiración es que deja a los ciudadanos emocionalmente agitados pero sin un cuerpo sólido de evidencia en el que basar su visión mundial y sin direcciones constructivas hacia dónde conducir sus emociones. Esta es la razón por la que muchos hilos de discusión pasan de la especulación ciudadana potencialmente interesante al discurso del odio y la paranoia. En un contexto febril, sin una buena validación editorial o herramientas para investigar las fuentes, los ciudadanos pueden ser fustigados por demagogos, como pudimos ver en las últimas semanas en los mítines de Sarah Palin después de que algunas teorías de Internet pintaran a Barack Obama como un terrorista o en connivencia con terroristas.

Necesitamos cambiar el flujo de la información en la era de Internet. Los ciudadanos deberían organizar nuevas entidades online en las que se pague un honorario por reportajes de investigación directos, sin presiones corporativas mediante. Estos investigadores deberían ser capacitados en periodismo básico: encontrar buenos datos, confirmar historias con dos fuentes independientes, utilizar citas de manera responsable y evitar el anonimato (es decir, estar dispuestos a estampar su nombre, como hacen los periodistas convencionales).
Así es como los ciudadanos pueden ser tomados –y ellos mismos tomarse– seriamente como investigadores. En un tiempo de mentiras oficiales, la energía investigadora saludable debería arrojar luz, no sólo generar calor.

Naomi Wolf es ensayista y cofundadora de American Freedom Campaign

(Artículo extraído de la sección de opinión del diario Público [blogs.publico.es)])

sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Fraude electoral en el 2004?


Extraído del libro La jugada maestra. A quién beneficia realmente el nuevo terrorismo mundial de Bruno Cardeñosa (2005, Ediciones Temas de hoy)

Por desgracia para quienes amamos la democracia de verdad, los datos ponen en duda la limpieza del proceso electoral que aupó a Bush por segunda vez, a ocupar su trono en la Casa Blanca.

La encuesta a pie de urna (exit poll)

Las encuestas a pie de urna predijeron un resultado sustancialmente favorable a Kerry. Jamás en la historia se había provocado un desfase tan rotundo entre las exit poll y los resultados finales.
Estructuremos esta información:

A. En los estados en los cuales el voto se ejercía mayoritariamente por medios tradicionales, las exit poll alcanzaron un resultado preciso. Veamos algunos ejemplos:

- En Illinois, las encuestas dieron un 55 por ciento de votos a Kerry y 45 por ciento a Bush. El resultado final tras el recuento fue exactamente igual.

- En Maine, las encuestas daban un 55 por ciento a Ferry y un 44 por ciento a Bush. El resultado final fue de 53 por ciento a favor de Kerry y un 46 por ciento a favor de Bush.

- En Wisconsin, las encuestas dieron un 52 por ciento a favor de Kerry y un 47 por ciento a favor de Bush. El resultado final fue de un 50 por ciento a favor de Ferry y un 48 por ciento a favor de Bush.

Resultado final: las exit poll en los estados de voto tradi­cional ofrecieron un margen de error respecto al resul­tado final de aproximadamente un 1,7 por ciento sin que en ninguno de ellos se predijera erróneamente el ganador.

B. En los estados en los que el sufragio se ejerció mayoritariamente mediante voto electrónico, las exit poll fallaron a favor de Bush.

- En Florida las encuestas a pie de urna daban un 51 Por ciento a favor de Kerry y un 47 por ciento a favor de Bush. El resultado final fue de un 47 por ciento a favor de Kerry y un 52 por ciento a favor de Bush.

- En Ohio, las encuestas daban un 52 por ciento a favor de Kerry y un 48 por ciento a favor de Bush. El resul­tado final fue de un 49 por ciento a favor de Kerry v un 51 por ciento a favor de Bush.

- En Pensilvania, las encuestas daban un 60 por ciento a favor de Kerry y un 40 por ciento a favor de Bush. El resultado final fue de un 51 por ciento a favor de Kerry y un 49 por ciento a favor de Bush.

Resultado final: las exit poll en los estados con voto electrónico ofrecieron un margen de error respecto al resultado final de un 5,2 por ciento, errando en la mitad de los estados analizados a favor de Bush. En cifras totales, los cálculos efectuados a partir de los «errores» en las exit poll sitúan el incremento de voto a Bush en tres millones, justo la diferencia que ob­tuvo.


Diferencias entre el voto registrado y el voto emitido

En Estados Unidos, para votar es necesario registrarse con ante­rioridad. Al hacerlo, se debe declarar a quién se pretende votar, sin que ello sea en modo alguno obligatorio de cumplir cuando posteriormente se ejerza el derecho a sufragio. Habitualmente, ese grupo de un 5 por ciento de electores indecisos es el que pue­de o no modificar el voto.
Esto quiere decir que si en un condado con 10.000 votan­tes, 7.000 dicen ser demócratas y 3.000 republicanos, un resul­tado lógico podría ser 6.500 votos demócratas y 3.500 republi­canos.
Lo que no sería normal es un resultado con 1.500 votos demó­cratas y 8.500 republicanos, pues se saldría de todas las pautas de comportamiento electoral conocido.
Pues bien, este tipo de desfases se produjo el 2-N en cientos de condados, la mayor parte de ellos ubicados en Florida. Veamos algu­nos ejemplos:

- En Baker County (Florida) se registraron casi 12.000 votan­tes. De ellos, 9.000 se declararon demócratas y unos 3.000 republicanos. Sin embargo, tras las votaciones el recuento dio como resultado: 2.180 votos a favor del demócrata Kerry y 7.738 a favor del republicano Bush.

- En Dixie County se registraron 5.000 votantes. De ellos, casi 4.000 se declararon demócratas y apenas 600 republicanos. Sin embargo, el resultado final fue de 599 votos a favor de Kerry y 4.433 a favor de Bush.

- En Franklin County (Florida), el 73 por ciento se declara­ron demócratas, pero el 58 por ciento votaron a Bush. En Holmes County, el 72 por ciento se declararon demócratas, y sin embargo el 77 por ciento votaron a Bush.En total, en 47 de los 67 condados de Florida, Bush obtuvo más votos que electores suyos registrados previamente. En 15 de esos condados, la cifra de votos republicanos superó al doble de registrados como tal antes del día de las elecciones, lo que podría significar cientos de miles de votos...


Irregularidades:

- En Palm Beach (Florida), los votos totales sumaron 542.835, sin embargo, sumando los obtenidos por todos los candidatos y los nulos, la cifra definitiva es de un total de 454.427 votos. ¿Dónde fueron a parar los 80.000 votos restantes?

- Tres horas después de que Kerry admitiera su derrota, la Secretaría de Estado de Ohio sólo había divulgado a través de su página web el resultado de diez precintos o condados, que sumaban únicamente un 10 por ciento del total de votos. Sobre el resto no existían datos oficiales, mientras que entre los notificados por las autoridades Kerry obtenía 294.000 votos y Bush, 267.000. ¿Por qué Kerry se apresuró a admitir la derrota si los datos definitivos aún no habían confirmado su derrota?

- En Florida, Bush obtuvo una ventaja de 385.000 votos, pero es sorprendente que en los condados en donde se votó mediante pantalla táctil —tocando con el pulgar un moni­tor de ordenador que emitía sus datos hasta la sede de una empresa informática que procesaba los datos— obtuvo un incremento del 38 por ciento respecto a las elecciones del año 2000. De los diez condados en donde más votos obtu­vo, en siete de ellos se votaba de modo electrónico. Tenien­do en cuenta que el 30 por ciento del voto fue electrónico en el Estado, de haberse contabilizado sólo los votos «nor­males», habría ganado Kerry. ¿Por qué los votantes «elec­trónicos» fueron los que inclinaron la balanza a favor de Bush?

- Analizando los datos concretos de algunos condados, es fácil encontrar auténticos expedientes X. Por ejemplo, en Hillsborough (Florida). Como en otros tantos lugares, no sólo se elegía presidente, sino que paralelamente se elegía senador entre un candidato republicano y otro demócrata o defensor del pueblo entre candidatos de ambos partidos. Por lógica, quien vota demócrata en una opción lo suele hacer en las otras. Pero ésa es la lógica...
Lo que ocurrió es que el 2-N, para el Senado, los casi 500.000 votantes de Hilisborough se decidieron a favor del candidato demócrata, 16.199 votantes más que a favor del republica­no. Además, para el puesto de defensor del pueblo, los demócratas obtuvieron una diferencia a su favor de 21.710 votantes. Sin embargo, y he aquí la incógnita, para el pues­to de presidente, los demócratas perdieron por una dife­rencia de 31.017 votos.


- El Grupo de Investigación de Métodos Estadísticos de la Uni­versidad de Berkeley en California efectuó un estudio téc­nico sobre la influencia que a favor de Bush tuvo el voto elec­trónico en Florida. Dicho informe fue efectuado siguiendo todos los parámetros científicos exigibles y presentaba un resultado con una fiabilidad del 99 por ciento. Dedujeron que las «modernas» técnicas aportaron irregularmente 130.000 y 260.000 votos de más a Bush en Florida, a los que sumar al menos otros 72.000 debido a un error masivo en el condado de Broward y varias decenas de miles más en otros condados que sitúan la sobrecogedora cifra en casi 400.000 votos irregulares a favor de Bush. Lo ocurrido allí fue un soberano insulto a la democracia, por no hablar de las denuncias de observadores como Jimmy Cárter que decla­raron como a decenas de miles de personas se les arrebató el derecho a voto en función de unos antecedentes que casi siempre vinieron como consecuencia del color de piel. Y es que los negros suelen votar al Partido Demócrata. Por su parte, la institución US Together cifró en 600.000 los votos falsos a favor del presidente. Sin fraude electoral electróni­co, sin selección intencionada de votantes y sin el apoyo por «sorpresa» del vídeo de Bin Laden, el resultado de las elecciones habría sido otro bien distinto.

- En el pequeño condado de Franklin County (Ohio) vota­ron 638 personas. Sin embargo, en los resultados finales Bush obtuvo un respaldo electoral de 3.893 votos cuando en realidad sólo obtuvo 365 papeletas. El error fue causa­do por la máquina de voto táctil Danaher Controls Inc., gestionada por la empresa Diebold, que fue usada en todo el país por más de 75.000 personas. Curiosamente, el jefe ejecutivo de este consorcio es un magnate llamado Walden O'Dell, que se convirtió en uno de los financiadores de la campaña electoral de Bush. De hecho, en su propia página web cursó una invitación al presidente para un acto recaudatorio: «Nos uniremos para que obtenga los votos electorales de Ohio», dejó por escrito en su página de internet el 16 de septiembre de 2003. El propio O'Dell salió al paso de algunos grupos de base del Partido Demó­crata que descubrieron los fallos operativos del sistema de voto de Diebold, a quienes calificó de «fantasiosos». Sin embargo, diversos autores como Robert Parry, que publicó el 7 de noviembre en Consortium Ness un trabajo titulado «¿Evidencias de un segundo golpe?», argumen­tan que en los últimos años se han desarrollado diversos trabajos de piratería que facilitarían haber «hackeado» los ordenadores que gestionaban el control electrónico de los votos.

- El periodista Greg Palast recopiló todas las incidencias registradas en Ohio. Tras hacerlo, descubrió que hasta 250.000 votos no fueron contados a lo largo de todo el Estado, pero fundamentalmente en zonas habitadas por hombres de raza negra, tradicionales votantes del Partido Demócrata. Para el reverendo Jesse Jackson, que ha iniciado una batalla legal para intentar que se conozca la verdad, todos los datos indi­can que la ventaja de 136.000 votos a favor de Bush se hubiera esfumado en caso de que el recuento de votos hu­biera sido justo. «Los patrones que hemos investigado nos sugieren un fraude más grande y mejor tramado que el de Florida de 2000. De haber ocurrido alguno así en Sudáfrica, México o Haití, la elección sería calificada como una verdadera farsa», señaló Jackson (La Jornada, 23 de diciem­bre de 2004).

- En Nuevo México, en donde Bush obtuvo la victoria por ape­nas 1.000 votos, un juez de Alburquerque tuvo que decidir sobre varios cientos de votos. Decidió restárselos al Partido Demócrata por «irregularidades», mientras que otros cientos de votos a examen que fueron a parar con las mismas irre­gularidades al Partido Republicano fueron dados por válidos. También se descubrió que en el condado de Bernardillo County alguien registró 200 votantes que no existían. Todos se declararon republicanos...

- Y un sinfín de «pequeñas anécdotas»: votantes demócratas de Kerry en New Hampshire a quienes la noche anterior llamaron «para informarnos de que no era necesario acu­dir a votar»; electores de Arizona que se encontraron inmen­sas fotos del presidente Bush a la entrada del colegio elec­toral; personas registradas dos veces como votantes; coacciones en colegios electorales de tendencia demócrata, etc.

Podría emplear páginas y páginas reproduciendo las dife­rentes informaciones que obran en mi archivo sobre lo ocu­rrido en las elecciones. Por desgracia, no se armó el monu­mental escándalo que se originó tras los comicios del año 2000, aun siendo la magnitud del actual fraude infinitamente mayor. Pero es que en cuatro años las cosas habían cambiado bastante. Por un lado, el rival de Bush parecía empeñado en hacer campaña en su contra, pero es que además los grandes medios estaban ahora a favor del presi­dente de la Guerra. Y cuando callan quienes deben contar a la opinión la verdad de las cosas, hasta la más infame de las falsedades parece irrebatible.

David Lynch y James Brolin tampoco se creen la versión oficial