lunes, 31 de mayo de 2010

Africa, Africa


Juan Gelman
23/5/2010

Maniobras conjuntas de las fuerzas armadas de EE.UU. y de 22 países africanos y europeos, entrenamiento impartido por marines a tropas de Liberia, Ghana y Senegal, libre acceso del Pentágono a puertos y aeropuertos de Kenia, Etiopía, Marruecos, Namibia, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Túnez, Uganda y Zambia, operaciones encubiertas en Somalia y otras naciones. El Comando Africa de EE.UU. (Africom, por sus siglas en inglés) está a cargo de estas actividades, y aun otras, con el propósito declarado de combatir al terrorismo mediante sus relaciones militares con los 53 países del continente negro (www.africom.mil). En realidad, este interés comenzó en Washington antes del 11/9.

El entonces vicepresidente Dick Cheney mantuvo en mayo de 2001 una reunión secreta con asesores y representantes de los megapolios petroleros que hizo pública días después. Se emitió un comunicado en el que se recomendaba al presidente que asignara a las secretarías de Estado, de Energía y de Comercio la tarea “de profundizar los compromisos bilaterales y multilaterales (con los países africanos) a fin de promover la creación de un ambiente receptivo para las inversiones y operaciones comerciales estadounidenses de petróleo y gas natural”. (www.whitehouse.gov/energy, 21-5-01). Y aún antes, el republicano Ed Royce se ocupaba del tema en su calidad de presidente del Subcomité para Africa de la Cámara de Representantes: “El Subcomité examinó el tema en una audiencia realizada en 2000. Es de interés nacional diversificar nuestras fuentes de abastecimiento de petróleo. La expansión de la producción energética africana atiende ese interés” (www.accra-mail.com, 30-3-10). La “guerra antiterrorista” de W. Bush vino después.

El Instituto de Estudios avanzados políticos y estratégicos (Iasps, por sus siglas en inglés) –un think tank israelí con asiento en Jerusalén y una filial en Washington– desempeñó un papel protagónico en la instauración del Africom: en enero de 2001 convocó un simposio en Washington que recomendó la creación de un subcomando estadounidense para garantizar la seguridad regional (www.iasps.org, 16-5-01), es decir, la seguridad de las inversiones petroleras. En Angola –un ejemplo– la Chevron controla el 75 por ciento de la producción de oro negro. Y el Iasps estima que hacia el 2015, un 25 por ciento del consumo de EE.UU. de energía fósil provendrá de Africa. Esto explica algunas cosas.

El presupuesto del Africom aumentó de 50 millones de dólares en el año fiscal 2007 a 310 millones en 2010 sólo en el rubro de gastos corrientes. La ayuda militar a los países africanos es otro apartado: “El Africom está invirtiendo miles de millones de dólares en entrenamiento y armas. Se calcula que esa inversión no será inferior a los 20.000 millones en 2010 y beneficiará a los ejércitos de muchos regímenes represivos” de Africa (www.accra-mail.com, 30-3-10). En esto consiste la “invasión tranquila” de EE.UU., al decir de un periódico nigeriano (www.vanguardngr.com, 30-9-02). Es una tranquilidad que intranquiliza: a pesar de haber condenado a Sudán por el genocidio de Darfur, Washington trasladó clandestinamente a EE.UU. al jefe del espionaje sudanés, el mayor general Abdallah Gost, para que asesorara a la CIA sobre los intereses militares norteamericanos en el Cuerno de Africa (//articles.latimes.com, 29-4-05). Ocurrió mientras el mayor general era un “wanted” de la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad. La lucha del Pentágono y la Casa Blanca para que la libertad y la democracia imperen en el mundo entero tiene, en verdad, ribetes muy peculiares.

El continente negro produce hoy más de 4 millones de barriles de petróleo diarios, tanto como Irán, Venezuela y México juntos. En diez años, el incremento de su producción fue del 36 por ciento, contra el 16 por ciento en el resto del mundo. Sudán, Nigeria, Angola, Congo, Gabón, Guinea Ecuatorial, Chad y otros poseen alrededor del 10 por ciento de las reservas mundiales de crudo y, para EE.UU., ofrecen dos ventajas: salvo Nigeria, ninguno de esos países forma parte de la OPEP; y luego, las crisis que padecen están exentas de las complicaciones de un Medio Oriente inconquistable.

Etiopía invadió Somalia en el 2006 so capa de una influencia creciente del extremismo musulmán allí. El Africom proporcionó apoyo logístico, dinero, supervisión y entrenamiento a las tropas etíopes para una operación más bien destinada a garantizar la futura explotación de las reservas de petróleo somalíes, que se consideran ingentes. No hubo soldados estadounidenses en el campo de batalla, pero no hacía falta: fue y es una guerra a cuenta del Pentágono.

Fuerzas de Uganda, la República Democrática del Congo y el sur de Sudán atacaron en el 2008 un reducto de los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor en un parque nacional congolés: 17 asesores del Africom participaron en el planeamiento del operativo y abastecieron a las tropas ugandesas de celulares y un millón de dólares en gasolina (www.nytimes.com, 7-2-09). Quedó claro que esta presunta acción antisubversiva se limitó a despejar el terreno de los yacimientos petrolíferos.

Hay más que petróleo y gas natural en los países africanos: el Congo acumula el 80 por ciento de las reservas mundiales de cobalto, elemento clave para la industria electrónica. El Africom se encarga de que nunca falte a las empresas occidentales del ramo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

La CIA propuso presentar a Saddam como homosexual previo a la invasión de 2003


Jeff Stein
The Washington Post
Traducido por Cubadebate
25/5/2010

Durante la planificación de la invasión de Iraq en 2003, el Grupo de Operaciones de Iraq de la CIA intentó imponer varias ideas falsas para desacreditar a Saddam Hussein ante los ojos de su pueblo.

Una de estas ideas fue la creación de un video que presuntamente muestra al gobernante iraquí teniendo relaciones sexuales con un adolescente, según dos ex funcionarios de la CIA familiarizados con el proyecto y entrevistados por The Washington Post, que pidieron anonimato.

“Se vería como si hubiera sido tomada por una cámara oculta”, dijo uno de los ex funcionarios. “Muy granulado, como si fuera una filmación secreta de una sesión de sexo”.

La idea era entonces “inundar Iraq con los videos”, dijo el ex funcionario.

Otra idea era interrumpir la programación de televisión iraquí con un boletín especial de noticias falsas. Un actor que interpreta a Hussein anunciaría su renuncia a favor de su impopular hijo Uday. ”Estoy seguro de que usted dará su apoyo a Su Excelencia Uday”, aseguraba el falso Hussein.

Los servicios técnicos de la agencia colaboraron en las ideas, que también incluía la inserción de falsos titulares (cintillos) para la parte inferior de la pantalla en los noticieros iraquí.

La Agencia también realzó un video en el que mostraba a un presunto Osama bin Laden y sus colaboradores sentados alrededor de una fogata con botellas de licor y comentando sus conquistas masculinas, recordó uno de los ex funcionarios de la CIA, riendo al recordarlo. Los actores fueron “algunos de nuestros empleados de piel oscura”, dijo.

Finalmente, “algunos de estos proyectos se detuvieron”, dijo el ex oficial, “porque nadie podía llegar a un acuerdo sobre estos”.

Dijo que encontraron una fuerte oposición de James Pavitt, entonces jefe de la División de Operaciones de la agencia, y su adjunto, Hugo Turner.

Las ideas eran totalmente ridículas, dijo el otro ex oficial de la agencia a The Washington Post. “Venían de personas cuyas carreras se gestaron en América Latina o Asia Oriental” y no entendían los matices culturales de la región.

“Trataron de montar una campaña que muestraba una total falta de comprensión de esa cultura. Siempre partimos del error de nuestro propios tabúes asumiéndolos como universal cuando, en realidad, no son más que nuestros tabúes”, afirmó el oficial.

Un funcionario de EE.UU., que habló bajo condición de anonimato, se negó a confirmar las historias, o negarlas.

“Aunque no puedo confirmar estas historias, si estas ideas estuvieron flotando en cualquier momento, es evidente que no iban a ninguna parte”, dijo el funcionario.

La realidad, aseguraron los ex funcionarios, fue que el organismo no tenía suficiente dinero y conocimiento para llevar a cabo los proyectos.

“El Ejército se hizo cargo de las ideas que finalmente se concretaron”, dijo uno. “Ellos tenían expertos en psicología para la guerra, establecidos en Fort Bragg, “centro para la guerra especial del Ejército”.

“La Agencia se deshizo de la mayoría de sus acciones encubiertas no paramilitares en la década de 1980, después que Bill Casey murió”, dijo el ex funcionario tercero. “Era un fanático de la acción encubierta, pero Bob Gates, quien lo sucedió en calidad de director de la CIA, e incluso los que vinieron después de él, no querían tener nada que ver con eso.”

“Hubo una intensa actividad durante la primera Guerra del Golfo”, agregó el funcionario, “pero [el general Norman] Schwarzkopf dejó en claro que tenía que aprobar todo, y básicamente no aprobaba nada, excepto, de mala gana, la distribución de propaganda. A finales de los 90 había muy poca gente que sabía algo de acción encubierta y cómo hacerlo.”

El envío de folletos para la propaganda también tuvo “consecuencias imprevistas”, agregó el ex funcionario.

Según las historias de la invasión de 2003, la única forma realmente eficaz de “guerra de información” que se originó en el Pentágono, fue enviar faxes y correos electrónicos a los comandantes de las unidades iraquíes que comenzaron los enfrentamientos, diciéndoles que su situación era desesperada e invitándolos a que dejaran sus tanques, artillería y hombres, y regresaran a casa. Muchos lo hicieron.

(Extraído de www.cubadebate.cu)


Artículo original en el Washington Post

martes, 18 de mayo de 2010

La infame Orden 17


Paul Laverty
18/5/2010

Todos estamos familiarizados con el ritual del retorno a casa, desde tierras extranjeras, del cuerpo de un soldado muerto: música solemne, bandera nacional, escoltas y saludos recogidos en detalle por la prensa mientras políticos y generales dedican palabras de ánimo a los desconsolados familiares. No fue exactamente así para Deely, la hermana de Robert, un ex paracaidista que sufrió una emboscada en Irak y llegó a Glasgow en avión desde Kuwait. El empleado de la funeraria le dijo a Deely que ese día iban diez cuerpos en el avión. El ataúd de Robert parecía un “gran cajón naranja”. No hubo ni bombo ni platillo, ni bandera nacional ni periodistas, ni una pregunta. Su muerte, que sepamos, no se añadió a ninguna lista. La razón es sencilla. Robert ya no era un paracaidista, sino un contratista privado. Hay quien los llama soldados privados, guerreros corporativos o asesores de seguridad. Los iraquíes los llaman mercenarios.

El negocio de la guerra se ha ido privatizando lenta e intencionadamente. El cajón naranja que sirvió de ataúd a Robert nos lo recuerda, al igual que las estadísticas. Patrick Cockburn, un respetado comentarista, calculó que durante el punto álgido de la ocupación hubo unos 160.000 contratistas extranjeros en Irak y que muchos de ellos, quizá hasta 50.000, fueron personal de seguridad dotado con todo tipo de armas. La guerra, y más tarde la ocupación, no habría sido posible sin este apoyo. Gracias a Paul Bremer, director de la Autoridad Provisional de la Coalición asignado por EEUU, todos los contratistas gozaron de inmunidad ante las leyes iraquíes mediante la Orden 17, impuesta al nuevo Parlamento de ese país. Dicha orden duró desde 2003 hasta comienzos de 2009.

A nadie le interesa contar cuántos civiles iraquíes han muerto o resultado heridos a manos de contratistas privados, aunque la evidencia sugiere que el abuso ha sido generalizado. La masacre de Blackwater (17 civiles muertos en Bagdad) fue el incidente más aireado, pero hubo muchos de los que no se informó. Un contratista veterano me contó que un sudafricano le había dicho que matar a un iraquí era lo mismo que “disparar a un infiel”. Otros contratistas más serios, orgullos de su profesionalidad, me dijeron que les asqueaba la violencia de los “chapuceros”. Si un contratista se veía envuelto en un incidente que provocase escándalo, su empresa lo sacaba rápidamente del país. Impunidad por decreto.

Mientras los contratistas más modestos se jugaban la vida en Route Irish, los directores generales de esas mismas empresas amasaban fortunas. David Lesar, director general de Halliburton (donde Dick Cheney fue consejero delegado), ganó casi 43 millones de dólares en 2004. Gene Ray, de Titan, obtuvo más de 47 millones entre 2004 y 2005. J. P. London, de CACI, ganó 22 millones. El diablo no se pierde puntada. Los contratistas privados llegaron a cobrar al Ejército estadounidense cien dólares por la colada individual de un soldado. En un informe oficial de enero de 2005, el investigador general especial para la reconstrucción de Irak, Stuart Bowen, reveló que más de 9.000 millones de dólares habían desaparecido debido al fraude y la corrupción, y eso fue sólo durante un periodo muy limitado de la Autoridad Provisional. Impunidad financiera también. Como me dijo un contratista, el “lugar apestaba a dinero”. No sorprende que tantísimos soldados mal pagados, así como la élite de las Fuerzas Especiales, se uniesen a estas corporaciones militares privadas, ya que se les presentaba una ocasión única de “llenarse los bolsillos”.


A estas alturas, ya estamos acostumbrados a las imágenes de matanza “allí”, a las historias de miles de desaparecidos, de avaricia corporativa, de abuso, tortura y cárceles secretas. La estimación de Lancet, de 654.965 muertos hasta junio de 2006, supera la capacidad de la mente de entender. Ahora nos parece que ocurrió a una distancia segura en el tiempo y el espacio. La “fatiga iraquí”, nos dicen, nos está afectando. Pero “allí” vuelve de regreso a casa. Irak está dentro de las mentes de “nuestros chicos”. Me quedé de piedra al enterarme, a través de la ONG Combat Street, que trabaja con ex soldados con trastorno de estrés postraumático (TEPT), de que esta enfermedad tarda un promedio de 17 años en manifestarse. Se están preparando (también dentro del Ejército de EEUU) para un aumento considerable en los próximos años. Norma, una enfermera a punto de jubilarse que ha pasado años entre ex soldados, me llevó a escribir este artículo al decirme que “muchos de estos hombres están de luto por quienes solían ser”.

Puede que la Orden 17 se haya revocado en Irak, pero su espíritu sigue imperando: la peste a impunidad, las mentiras, el desprecio por las leyes internacionales, la desautorización de los Convenios de Ginebra, las cárceles secretas, la tortura, el asesinato… los cientos de miles de muertos. Mientras me imagino a los autores intelectuales de todo esto (Bush, Blair, Rumsfeld y compañía), recogiendo sus millones en discursos de sobremesa y creando sus fundaciones ecuménicas, no puedo evitar pensar en las enfermeras de Faluya asistiendo en los nacimientos de bebés con dos cabezas y caras deformadas, una cortesía de las bombas químicas que cayeron sobre esa ciudad. Nuestro regalo para el futuro.

Nos preguntamos que pasará cuando la Orden 17 vuelva a casa.

Paul Laverty es escritor. Guionista de la película ‘Route Irish’, de Ken Loach

(Extraído de blogs.publico.es)

lunes, 17 de mayo de 2010

Terrorismo en Nueva York y guerra en Pakistán


Carlos Sardiña
Periodismo Humano
16/5/2010

El atentado frustrado del pasado 1 de mayo en la neoyorkina Times Square ha vuelto a llevar el espectro del terrorismo a la gran urbe estadounidense, ha sido objeto de numerosas conjeturas y ha ocupado la primera plana de los medios de comunicación de casi todo el mundo. El espacio que los medios han dedicado al suceso ha sido enorme, sobre todo si se tiene en cuenta que el atentado no llegó a producirse, aunque ha servido para recordar a la población que existe una amenaza terrorista.

El presunto terrorista Faisal Shahzad, un pakistaní que obtuvo el año pasado la nacionalidad estadounidense, fue detenido dos días después del intento de atentado, cuando intentaba salir del país con rumbo a Dubai. Las autoridades estadounidenses afirman que confesó casi inmediatamente la autoría del atentado frustrado y que mantenía vínculos con una organización talibán pakistaní.

La detención de Shahzad no ha estado exenta de polémica. Los agentes del FBI que le detuvieron le interrogaron durante varias horas antes de leerle sus derechos, acogiéndose a una excepción que permite a los agentes hacer preguntas a un detenido si existe una situación de emergencia para la seguridad pública. La administración Obama está fomentando el uso de esta excepción en los casos de terrorismo para aplacar a los republicanos, que piden que se trate a los terroristas como “combatientes enemigos” sin derechos.

Supuestos vínculos con los talibán

El tabloide New York Post ha afirmado que, según algunas fuentes, Shahzad trató de vengarse por los ataques estadounidenses con aviones no tripulados en el noroeste de Pakistán, ataques que habría presenciado durante los meses que supuestamente estuvo en un campo de entrenamiento talibán en la provincia de Waziristán.

La organización Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP) hizo público recientemente un video en el que uno de sus líderes asumía la responsabilidad de un atentado que se iba a cometer en Estados Unidos y afirmaba que había sido una venganza por los ataques estadounidenses contra yihadistas en Pakistán y otros países.

Cada vez se están pregonando más los supuestos vínculos de Shahzad con los talibán pakistaníes, hasta el punto de que altos funcionarios de la administración Obama, como el fiscal general Eric Holder, han declarado que los investigadores han encontrado “pruebas que muestran que los talibán pakistaníes están detrás del atentado”.

John O. Brennan, el principal asesor de Obama en materia de lucha antiterrorista, ha afirmado que la ineptitud de Shahzad demuestra claramente “la eficacia de la actual estrategia antiterrorista” del gobierno estadounidense, al haber limitado su capacidad hasta el punto de que sólo pueden intentar atentados tan poco sofisticados como el de Times Square. De ser ciertas estas acusaciones, ésta sería la primera vez que los talibán (una organización regional) habrían intentado organizar un atentado fuera de Afganistán o Pakistán, y sería consecuencia precisamente de “la actual estrategia antiterrorista” de Estados Unidos: el año pasado el líder talibán Hakimullah Mehsud juró venganza contra Pakistán, Estados Unidos y los países de la OTAN por los ataques con drones en Pakistán.

Sin embargo, los agentes pakistaníes que se ocupan de la investigación han declarado que no han hallado ninguna prueba que demuestre que existen vínculos entre Sahzad y los talibán. No son los únicos escépticos. La semana pasada, seis funcionarios estadounidenses dijeron que no hay ninguna prueba de que terroristas pakistaníes entrenaran a Sahzad y el mismísimo general David Petraeus, comandante en jefe del Mando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses, declaró estar convencido de que Sahzad había actuado en solitario.

Todos ellos coinciden en afirmar que, dejando aparte la ausencia de pruebas, Sahzad carecía del entrenamiento que se llega a adquirir en un campamento talibán y que habría sido extremadamente difícil que le hubieran aceptado en uno de ellos. De hecho, un portavoz de los talibán pakistaníes ha negado que su organización esté involucrada en la tentativa de atentado y que Sahzad pertenezca a ella.

La guerra contra el terrorismo en Pakistán

Estados Unidos está utilizando esos “vínculos” para presionar a Pakistán a fin de que emprenda una nueva ofensiva militar en la región de Waziristán contra los talibán que supuestamente entrenaron a Sahzad. Durante una entrevista, Hillary Clinton advirtió el pasado domingo de que, en el caso de que se produjera un atentado en Estados Unidos y se descubrieran vínculos con Pakistán, el país se enfrentaría a “consecuencias muy serias”. De momento, el gobierno y las fuerzas armadas pakistaníes han anunciado que no tienen intención de ceder a las presiones estadounidenses.

Como señalaba ayer el periodista Jeremy Scahill, actualmente hay dos guerras aéreas en las regiones del noroeste de Pakistán: la de los bombardeos de los aviones no tripulados de la CIA y la que están librando las fuerzas armadas pakistaníes contra los grupos talibán de la región a instancias de Estados Unidos, que además lleva años proporcionando armamento al ejército pakistaní. Estados Unidos vendió a Pakistán mil bombas guiadas por láser el pasado mes de marzo y está entrenando a pilotos pakistaníes para pilotar los cazas F-16 que le va a entregar a partir de junio. A principios de abril, la fuerza aérea pakistaní mató a más de setenta civiles en un bombardeo en un pueblo del noroeste.

Según el veterano periodista británico Patrick Cockburn, es probable que durante el último año hayan muerto más personas en la “guerra oculta” de Pakistán contra los talibán del noroeste del país que en Afganistán o Iraq. Se trata de una guerra sobre la que existe muy poca información y que apenas aparece en los medios de comunicación, ya que los periodistas no pueden acceder a la zona, pero que el año pasado provocó más de tres millones de refugiados. La táctica del ejército pakistaní consiste en ordenar a la población civil que abandone un distrito determinado para después bombardearlo indiscriminadamente, asumiendo que todos los que se hayan quedado son partidarios de los talibán.

No sólo el ejército pakistaní mata indiscriminadamente en la región del noroeste de Pakistán. Desde Obama que accedió al poder, el gobierno estadounidense ha optado sistemáticamente por asesinar a los presuntos terroristas que ha logrado localizar en lugar de detenerlos, lo que le ahorra problemas legales y hace que disminuya considerablemente el riesgo de bajas estadounidenses. El último ejemplo es un ataque con un avión no tripulado en Waziristán en el que murieron catorce personas.

El periódico Los Angeles Times ha revelado recientemente que en 2008 el presidente George W. Bush concedió permiso a la CIA para matar a sospechosos de los que ni siquiera se conoce el nombre. Conforme a esa autorización, que sigue vigente con la administración Obama, los objetivos de los drones ya no figuran en una lista aprobada previamente, sino que se deciden tras observar el comportamiento de los sospechosos a través de las cámaras de vigilancia de los aviones, incluso si se dispone de poca información sobre su identidad.

Probablemente nunca sepamos a ciencia cierta qué impulsó a Faisal Sahzahd a tratar de hacer estallar una bomba en Times Square, ni si los ataques con drones tuvieron algo que ver, pero es evidente que la guerra contra el terrorismo que inició Bush tras el 11-S y que ha continuado Obama no está haciendo más que fomentar, al emplear el terrorismo de Estado a gran escala, lo que supuestamente está tratando de combatir.

(Extraído de elgranjuego.periodismohumano.com)

jueves, 13 de mayo de 2010

Servicios secretos detrás de los ataques terroristas


Un espía de EE.UU. involucrado en el atentado de Mumbai en India
por M. K. Bhadrakumar

12/5/2010

En noviembre de 2008, la ciudad de Mumbai, centro financiero de India fue atacado por un grupo armado que asesinó a 173 personas y dejó más de 300 heridos, todos civiles. La masacre fue reivindicada por un desconocido grupo que la prensa señaló como siendo los islamistas de los «Muyahidines del Decán». Hoy sin embargo, las investigaciones apuntan que detrás de todo esto se esconden la mano de algunos servicios secretos extranjeros, -como el ISI paquistaní, sucursal de la CIA- que tienen mucho interés en apoyar y fomentar estos tipos de ataques para poder seguir con su estrategia mundial de «Guerra al terrorismo».


La noticia de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) ha llegado a un convenio declaratorio con David Coleman Headley, quien tuvo un papel crucial en la planificación del atentado terrorista en Mumbai en noviembre de 2008, en el que murieron 166 personas, ha causado gran alboroto en India.

El convenio permite que el gobierno de EE.UU. no revele formalmente ninguna evidencia contra Headley ante un tribunal que podría haber incluido detalles de sus vínculos con los servicios de inteligencia de EE.UU. u obligue a algún contrainterrogatorio de Headley por la fiscalía.

Tampoco podrán ser representadas por un abogado las familias de las 166 víctimas para interrogar a Headley durante su proceso que comienza en Chicago. Los vínculos de Headley con los servicios de inteligencia de EE.UU. seguirán siendo información confidencial y los nacionales paquistaníes involucrados en los ataques de Mumbai saldrán impunes.

Además, el FBI no permitirá la extradición de Headley a India y limitará el acceso de modo que las agencias indias no pueden interrogarlo con respecto a sus vínculos con los servicios de inteligencia de EE.UU. y Pakistán.

A cambio de acordar su culpabilidad por las acusaciones en su contra, Headley recibirá un castigo más ligero que la pena de muerte que era lo más probable.

El arresto de Headley en Chicago en octubre pasado pareció inicialmente un gran adelanto en la clarificación de las operaciones y actividades en India de Lashkar-e-Taiba (LeT), la organización terrorista basada en Pakistán. Pero en su lugar los esfuerzos frenéticos del gobierno de Obama por encubrir los detalles del caso han llevado a su conclusión lógica.

El convenio declaratorio provoca algunas preguntas delicadas. LeT comenzó a planificar el ataque contra Mumbai alrededor de septiembre de 2006. Según el convenio declaratorio Headley realizó cinco visitas a India en misiones de reconocimiento entre 2006 y el ataque de noviembre de 2008, volviendo cada vez a EE.UU. vía Pakistán donde se reunió «con varios coconspiradores, incluyendo, pero sin limitarse, a miembros de LeT.»

El convenio declaratorio se refiere simplemente a los «manipuladores» paquistaníes de Headley como A, B, C y D. ¿Pero quiénes son? Nunca lo sabremos.

Artículo completo aquí

domingo, 9 de mayo de 2010

Los secretos de Blackwater


Eva Golinger
Cubadebate
7/5/2010

En grabaciones secretas obtenidas ésta semana por el investigador estadounidense Jeremy Scahill, el presidente de la conocida empresa de mercenarios, Blackwater, reveló planes para ejecutar guerras clandestinas en varios países del mundo.

En las grabaciones, Erik Prince, fundador y presidente de Blackwater, (ahora conocido como “Xe”), explicaba que Blackwater enviaría mercenarios armados, contratados por el gobierno de EEUU, para luchar contra “terroristas” en Nigeria, Yémen, Somalia y Arabia Saudita. Específicamente, el objectivo de esas misiones sería combatir la influencia de Irán en la región, confirmó Prince en sus declaraciones.

Según Scahill, Prince también reveló información sobre las operaciones clandestinas que Blackwater está actualmente conduciendo a través de cuatro bases de “operaciones de avanzada” controladas por la empresa contratista en Afganistán. “Nosotros construimos cuatro bases militares, las equipamos y las manejamos”, dijo Prince, explicando que están ubicadas en las zonas norte, sur, este y oeste de Afganistán. Una de las cuatro bases operadas por Blackwater, FOB Lonestar, está justamente a menos de 10 kilómetros de la frontera con Pakistán. “¿Quién más ha construido una base de operaciones de avanzada cerca a la ruta de infiltración del Talibán?” preguntó Prince, orgulloso de sus operaciones.

Permitir a una empresa privada operar “bases militares” en un país extranjera en el contexto de una guerra está en plena violación del Convenio de Ginebra y las leyes internacionales que regulan a los conflictos armados. No obstante, Washington no ha suspendido las operaciones. Hasta la fecha, las agencias de Washington han hecho contratos por encima de los dos mil millones de dólares con Blackwater, desde el 2002.

El presidente de Blackwater también mencionó su trabajo en Pakistán, lo cual desmiente la línea oficial de Washington sobre su supuesta ausencia en el país asiático. Prince admitió que Blackwater está realizando operaciones secretas dentro de Pakistán, financiadas por el Pentágono y la CIA, como parte de la “guerra contra el terrorismo”.

En cuanto a Irán, Prince reveló que Blackwater está activamente ejecutando un plan “maestro” para organizar una rebelión Shia en la región. “No van a poder lograr resolver el problema (de Irán) con unos soldados uniformados. Es demasiado sensible. El sector privado puede operar allá con huellas casi invisibles”, dijo Prince, agregando que el uso de contratistas privados para conducir esas operaciones contra Irán sería mucho más económico que una guerra tradicional.

América Latina

Desde el 2004, Washington también ha mantenido un contrato con Blackwater y otras empresas contratistas para el uso de 500 mercenarios “latinos” (o que hablan español) que están permanentemente preparados para ejecutar acciones clandestinas en América Latina. De estos 500 mercenarios, un equipo está específicamente dedicado a Cuba y forma parte de los esfuerzos de Washington para promover un "cambio de régimen" y una "transición" en la isla caribeña. Hablar de la comunidad internacional se ha vuelto controversial; por momentos, parece que la misma es solo una forma de expresar demoras, retrasos, y entuertos que se “resolverán” con un juego de palabras sacado de un buen diccionario de sinónimos. Ahora mismo la lucha de intereses revela al imperio jugando todas sus cartas para recuperar el control sobre Honduras, pequeña nación centroamericana que, según un “analista serio” de la televisión golpista, tiene dimensión cero en el ámbito internacional.



Por un lado, lucha el departamento de estado porque se lleven a cabo algunos pequeños ajustes que presenten al gobierno de facto como una fuente de buena voluntad y compromiso con la democracia y los derechos humanos; por el otro, los halcones tutelan una política más bestial, manipulando a sus lacayos locales, promoviendo el cierre de filas contra toda forma de pacificación, aunque esta venga del propio corazón imperial.

Ahora bien, resulta ingenuo presumir que la comunidad internacional responderá para corregir el Golpe de Estado. En relación a ese evento quedo claro que lo que rige las relaciones en el mundo son los intereses económicos, y la dignidad no vale mucho. Salvo la acción decidida de los países de la ALBA y de UNASUR, que aún hoy siguen presionando, al mundo no le interesa quien gobierna o como lo hace, simplemente hacen lo que sus intereses le obligan a hacer.

Esta comunidad de países de todo el mundo pseudo democrático vio los eventos del 28 de junio en Honduras desde dos perspectivas completamente diferentes y encontradas: los pueblos y los movimientos sociales impávidos ante la impunidad sin límites que todavía tienen los militares en Latinoamérica, y el uso que de ellos puede hacer el imperio cuando lo estime conveniente; la otra posición, mas práctica, cínica y fría, los gobiernos jugando a no reconocer lo que en los hechos no dejo de pasar nunca. Ninguna condena sirvió para salvar una sola vida, o para evitar que se violara a ninguna mujer.

En realidad no debería sorprendernos la actitud de ninguno de los actores. Los gringos mantienen guerras criminales en varios puntos del planeta, y parecen estar interesados en abrir más frentes. No olvidemos que ellos viven de la sangre que derraman otros pueblos; Insulza, político “socialista”, que ya estuvo al frente de la política exterior de su país, Chile, y que nunca represento los intereses ni de su propio pueblo. La oligarquía hondureña, más salvaje que antes del golpe, se siente fuerte porque cuando se atrevió pudo; los chafas, estos señores marchan con el olor de la plata.

El estado hondureño ha sido condenado en múltiples foros internacionales por las violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad sin que hasta ahora eso haya servido de nada. Estas comisiones, como la CIDH, o las mismas Naciones unidas, se ven ridículas y desprestigiadas, ordenando medidas cautelares que a la Corte golpista le valen madres. Más bien parece que las dichosas medidas sirven para marcar los objetivos de los sicarios al servicio de este régimen asesino.

Parece mentira que hoy anden presidentes de los países vecinos dando declaraciones sobre lo bien que van las cosas en este país, y tratando de darle un tinte inmaculado al gobierno ilegitimo que es culpable de todos los crímenes, por acción o por omisión. Bueno, es cierto que el señor dinero está de por medio, y que Lobo Sosa esta frente a una crisis económica sin precedentes en la historia nacional. Según cálculos simples, las dificultades presupuestarias podrían andar por los 58 mil millones de lempiras, de un presupuesto nacional de 125 mil millones, casi la mitad! Si nos ubicamos en mayo, ¿de donde ha salido el dinero con que se mantiene el Estado de Honduras?, ¿Está el estado produciendo papel moneda sin respaldo y generando una severa inflación para mantenerse?, ¿será posible que la prevista devaluación servirá como mascara para tapar el desastre inflacionario?

Bueno, aquí entra la comunidad internacional; porque este gobierno necesita el soporte presupuestario proveniente de la ayuda internacional que sobrepasa el 30% del total; y porque la actividad económica para cubrir el rostro de la suciedad financiera sale precisamente de la inversión pública. El patrocinio al desarrollo, es también el sostén de las empresas que se dedican a los negocios más lucrativos: energía, construcción, telecomunicaciones, etc. El mejor cliente en Honduras es el Estado; un estado pobre significa empresas menos rentables.

Si nos acercamos más, podremos ver como el capital centroamericano, principalmente salvadoreño, nicaragüense y guatemalteco controlan un amplio segmento del mercado financiero del país. Esta vigorosa industria de la especulación se paraliza sin el dinero que llega hasta ellos por varios medios de la comunidad extranjera. Si consiguiéramos datos exactos sobre los montos de inversión privada versus el monto de dinero que circula gracias a la cooperación extranjera, nos sorprendería ver de dónde se agarra esta economía para sobrevivir.

Este hecho nos indica que los gobiernos vecinos deben estar muy interesados en revitalizar el ciclo mediante el cual Honduras sirve de puente a sus maniobras financieras. La transnacionalización de capitales en América Central es un fenómeno interesante para los estudiosos, pues debemos tratar de entender porque el mercado más deprimido de todos es el más atractivo para la banca regional. ¿Cuál es la influencia real de estos capitales en la política hondureña?. Seguramente Ricardo Maduro nos podría explicar muy bien.

Los que parece ser en primera instancia una actitud timorata de la comunidad mundial frente al primer golpe de estado del siglo XXI, revela más complicidades que las que pudimos conocer inicialmente. Las grandes corporaciones que manipulan empresas poderosas localmente manipulan también otros gobiernos. El interés por la democracia se desvanece y da paso a la política verdadera de dominación estratégica de los mercados. Honduras, no es tan enano, como dicen los apologistas del golpe, cuando tratan de justificar el aislamiento.

Por cierto que las fuerzas que rigen la historia son bastante congruentes y entenderlas es algo que la ha costado mucho al imperio por décadas; lo mismo le ha pasado siempre a la clase dominante que piensa que la realidades se detiene donde a ellos más les conviene. Aquí surge un factor incontrolable para los demás actores: la resistencia del pueblo hondureño.



Aunque han invertido muchos millones de dólares en lavarle la cara al golpe y en mantener una campaña abierta de mentiras, manipulación e idiotización, el pueblo ha ido desarrollando “anticuerpos” frente a todos estos virus mediáticos que se infiltran en cada telenovela o cada partido de futbol. Además, los niveles de organización y formación, aunque no avanzan como quisiéramos, se mantiene en crecimiento, lo que fortalece cualitativamente la capacidad popular de ejercer presión y limita las posibilidades de seguir creando mentiras verdaderas.

La comunidad internacional ha estado apostando a esconder de los ojos y las mentes del ciudadano común la existencia de un movimiento popular fuerte, oposición verdadera a la dictadura; aun así este movimiento crece y se da a conocer mucho más de lo que muchos creerían. La capacidad creativa de medios alternos de divulgación ha permitido que lugares tan lejanos como Australia estén al tanto de lo que sucede. Cierto, El País Le Monde, The New York Times, y muchos otros ya no tienen a Honduras en agenda, pero eso no detuvo la marcha del FNRP, ni su crecimiento, ni su capacidad de convocatoria.

Podemos entonces afirmar que nuestro pueblo ha ido creciendo vertiginosamente gracias a su propio impulso y la ayuda firme de los pueblos del mundo y a pesar de la acción engañosa, hipócrita y deleznable de los gobiernos que condenan a Micheletti y a Lobo Sosa con un trago de whisky en la mano, brindando por los “pistios” que les dan las farmacéuticas, las bananeras, las mineras, y muchos otros buitres más por mantener las estructuras de control y dominación sobre los pueblos del mundo.

Quisiera aclarar que el régimen actual es por definición una dictadura; ellos se quejan, y hasta dicen que son los más votados de la historia hondureña. Por favor, preguntémosle a ese supuesto millón y pico de votantes si ellos le dieron su respaldo a la escalda den los asesinatos políticos, a la persecución, el latrocinio y la impunidad imperantes. Parece que estos señores han caído en el error de pensar que las mentiras que repiten son ciertas.

Si la democracia estuviera definida por la cantidad de sangre que hace correr un gobierno entre los opositores de un país, este régimen seria la imagen viva de este sistema. No debemos confundir nunca la democracia con el modelo económico, que no tiene nada de democrático, aunque el término lo utilicen miles de veces para defender privilegios y justificar injusticias.
No esperemos nada de la comunidad internacional, ellos están esperando la Comisión de la Verdad, que eta a cargo de descubrir en 8 meses lo que nosotros sabemos desde el 28 de junio del 2009.


(Extraído de www.argenpress.info)

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miércoles, 5 de mayo de 2010

Una empresa quiere curul en Congreso de EE.UU.


Carlos Chirinos
BBC Mundo, Washington
17/3/2010

¿Cuántas veces se ha dicho que los políticos en Estados Unidos trabajan para las empresas y los cabildeos corporativos? ¿Cuántos congresistas se han visto involucrados en escándalos por conflictos de intereses?

Una empresa estadounidense quiere "sincerar" la manera de hacer política en Washington y asegurando que "las compañías también son gente" aspira obtener un puesto en la Cámara de Representantes del Congreso, por el estado de Maryland.

La compañía de relaciones públicas Murray Hill Inc. quiere "dejar al humano en segundo o tercer plano" y "eliminar al intermediario entre votantes y empresas, que actualmente ejercen los políticos".

En una pieza para televisión publicada en el sitio web de su campaña electoral, Murray Hill Inc afirma que "hasta ahora los intereses corporativos han sido la fuerza detrás del Congreso", sin embargo "nunca podemos estar absolutamente seguros de que (los congresistas) trabajaran para nosotros".

"Es nuestra democracia. Nosotros la compramos. Nosotros la pagamos y vamos a mantenerla (…) Es el momento de ponernos detrás del volante nosotros mismos".

"Vote por Murray Hill para el Congreso para tener la mejor democracia que el dinero pueda comprar", concluye el narrador de la pieza con un tono que hace difícil identificar si es una broma o un cínico ejercicio de realismo.

Derechos corporativos

Los promotores de la campaña aseguran que se trata de algo muy serio: explorar hasta las últimas consecuencias la decisión de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. que en enero pasado reconoció a las corporaciones iguales derechos que los individuos a participar en campañas políticas.

"No es una sátira", aseguró a BBC Mundo Eric Hansel, quien se autodefine como el "humano designado" de la campaña de Murray Hill Inc, un candidato que obviamente tiene que hablar a través de portavoces.

"Así como la Corte Suprema consagró los derechos de los ciudadanos, ahora está protegiendo los derechos corporativos", dijo Hansel.

La Corte falló a favor del grupo Ciudadanos Unidos que había demandado a la Comisión Electoral Federal en 2008 porque le prohibió presentar una película sobre la entonces pre-candidata demócrata Hillary Clinton.

Eran tiempos de las primarias demócratas y la ley (hoy derogada por la decisión del Supremo) impedía que piezas consideradas "propaganda política" fueran presentadas durante la campaña por grupos con o sin fines de lucro.

El caso fue llevado a tribunales y tras los fallos a favor de la Comisión, cumplió el circuito de apelaciones hasta llegar a la Corte Suprema, que determinó que se violó el derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda de la Constitución a todas las personas, naturales y jurídicas.

Esa decisión generó una ola de críticas en todo el espectro político estadounidense, de izquierda y derecha, y motivó una inusual crítica por parte del presidente Barack Obama en su discurso anual al Congreso ante los magistrados de la Corte.

Problemas legales

Sin embargo, todavía no todas las personas parecen iguales y postularse a un cargo público no es tan sencillo para una compañía como podría serlo para un ser humano, según lo está experimentando Murray Hill Inc.


Primero está el tema de la edad. La ley del estado de Maryland exige que todo aspirante a un cargo público sea mayor de 18 años y que esté inscrito en el registro de votantes. Murray Hill Inc. tiene sólo cinco años de fundada.

En la página Facebook de la campaña uno de los seguidores de la "corporación candidato" dice que "a lo mejor los años corporativos se pueden contar como años de perros", es decir siete por cada año humano.

"La Constitución no dice cómo calcular la edad. La gente asume que es por la fecha de nacimiento, pero las corporaciones no envejecen así. Una vez establecidas, las corporaciones se convierten en personas. No hay diferencias entre la edad de las empresas", aseguró el portavoz Hansel a BBC Mundo.

Sin embargo, esta semana la Comisión Electoral de Maryland rechazó la solicitud de inscripción de Murray Hill en el registro de votantes, porque "no reúne los requisitos mínimos", según aseguró Kevin Karpinski, un abogado de la comisión.

Conflicto de intereses corporativos

Murray Hill Inc quiere lograr la postulación republicana para octavo distrito de Maryland, porque, según dijo Hansel, siente "que los republicanos son más abiertos a nuestra plataforma de libre mercado y gobierno reducido".

La compañía también podría lanzarse como independiente y sortear el requisito de la inscripción electoral presentando la firma de 4.500 votantes del distrito.

En su sitio de Facebook, Murray Hill sobrepasaba el miércoles en la tarde los 6.000 seguidores, pero no necesariamente son todos ciudadanos de Maryland, ni todos son votantes inscritos.

Para muchos una corporación elegida a un cargo público sería en sí mismo un conflicto de interés, pero para Hansel podría hacer de la política un espacio "más honesto".

"Para qué mantener esa pantomima de un congresista con supuesta libre voluntad cuando claramente sabemos que trabajan en función del financiamiento de sus campañas".

Exceso de realismo o broma, logre o no su aspiración al Congreso, el caso de Murray Hill promete convertirse en un buen caso de debate en las academias de leyes.

(Extraído de www.bbc.co.uk)